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2018: batalla por el norte

Por Pascal Beltrán del Rio

La región norte de México está comprendida por los estados de la República cuyo territorio se encuentra en mayor medida del lado septentrional del Trópico de Cáncer. Esto es, los seis que hacen frontera con Estados Unidos, además de Baja California Sur, Sinaloa y Durango.

En las tres elecciones presidenciales más recientes, esas nueve entidades federativas han votado mayoritariamente ya sea por el PRI o por el PAN, con una sola excepción: Baja California Sur, que dio el triunfo a Andrés Manuel López Obrador en 2006, cuando el estado era gobernado por el PRD.

En 2000, el panista Vicente Fox ganó todos los estados del norte, salvo Sinaloa y Durango, donde triunfó el priista Francisco Labastida.

En 2006, el panista Felipe Calderón obtuvo ocho de las nueve entidades. Y en 2012, el priista Enrique Peña Nieto se llevó todos menos Nuevo León y Tamaulipas, que le dieron la mayoría a la panista Josefina Vázquez Mota.

Como se ve, el norte ha votado de forma casi pareja en cada elección presidencial, ya sea por el candidato del PRI o por el candidato del PAN.

Eso ha sido en detrimento de los aspirantes de la izquierda, a los que les ha costado construir una presencia relevante en la región.

En 2000, el perredista Cuauhtémoc Cárdenas terminó tercero en los nueve estados, con porcentajes que oscilaron entre 4.2% (en Baja California Sur) y 13.2% (en Sonora). Sólo en dos de las entidades norteñas, Sonora y Durango, la candidatura de Cárdenas alcanzó los dos dígitos.

En los nueve estados, Cárdenas logró poco más de 720 mil votos. Su porcentaje regional fue 9.2%, ocho puntos por debajo de su porcentaje nacional.

En 2006, López Obrador logró ganar un estado del norte (Baja California Sur); quedó en segundo lugar en cuatro (Baja California, Sonora, Sinaloa y Tamaulipas) y tercero en los cuatro restantes.

Sus porcentajes estatales variaron entre 16% (Nuevo León) y 43.1% (Baja California Sur). En siete de las nueve entidades sacó más de 20 puntos.

En total, consiguió poco más de dos millones de votos en el norte, casi el triple de Cárdenas, para un porcentaje regional de 23.16%. Aun así, doce puntos por debajo de su resultado a nivel nacional.

En 2012, en su segundo intento por llegar a Los Pinos, López Obrador cayó al tercer lugar en todos los estados del norte de México, salvo en Baja California, donde obtuvo el segundo lugar.

Nuevamente, logró al menos 20 puntos en siete de las nueve entidades, pero su porcentaje bajó en seis de ellas respecto de la elección anterior.

Su votación global en el norte subió a 2.4 millones de sufragios (ganó cerca de 400 mil entre 2006 y 2012), aunque su porcentaje regional se mantuvo prácticamente igual: 23.04%.

De querer ganar la Presidencia este año, López Obrador seguramente tendrá que subir en 20 puntos su votación en el norte –lo cual significa doblar el número de votos que logró en 2012–, pues el promedio regional de los últimos tres candidatos que han llegado a Los Pinos ha sido de 43.5 por ciento.

El tabasqueño parece entender ese dilema. Por algo nombró como integrantes clave de su actual equipo de precampaña a Alfonso Romo, Tatiana Clouthier y Alfonso Durazo, tres norteños.

Ayer, en Imagen Radio, entrevisté a Clouthier, quien el lunes fue nombrada por López Obrador coordinadora de precampaña. A pregunta expresa, aceptó que una de sus prioridades será tratar de incrementar el apoyo del electorado norteño para el aspirante presidencial.

La de López Obrador es una estrategia que no parece tener parangón por parte de sus contrincantes, José Antonio Meade y Ricardo Anaya.

Ayer indagué cuántos personajes de sello norteño hay entre los colaboradores principales de uno y otro.

Del lado de Meade me mencionaron al sinaloense Rolando Ocampo Alcántar, quien hasta el mes pasado fungía como vicepresidente de la Junta de Gobierno del Inegi y se incorporó como coordinador de opinión pública de la campaña, es decir, como responsable de encuestas. Del lado de Anaya dijeron que apenas se está conformando su equipo.

Tal vez unos y otros apuesten a lo que puedan hacer los gobernadores de extracción priista (Sonora, Sinaloa y Coahuila) y panista (Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango y Tamaulipas) por los candidatos de sus respectivos partidos.

Aquí hay que agregar una posdata: Habrá que ver cuánto incide en la votación norteña el gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez El Bronco, en caso de que llegue a la boleta. Información Excelsior.com.mx

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