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El jueves pasado, asesinaron en Cuautla, Morelos, al regidor panista de ese municipio, Giovanni Lezama Barrera, de 37 años, quien aspiraba a ser candidato a diputado local por su partido.
Al día siguiente, fueron asesinados David Rey González Moreno y Sergio Hueso. El primero, de 54 años, buscaba la candidatura a la presidencia municipal de Suchiate, Chiapas, por la coalición PAN-PRI-PRD. El segundo, de 35 años, deseaba ser el candidato de MC a la presidencia municipal de Armería, Colima.
Días antes, el 21 de diciembre, en Acapulco, Guerrero, mataron al exdiputado federal priista y exregidor perredista de ese lugar, Ricardo Taja Ramírez, de 39 años, quien quería ser precandidato de Morena a una diputación federal.
Los casos de estos cuatro individuos, todos ultimados a balazos, ya forman parte de una estadística que coloca a nuestro país entre aquellos en donde más políticos y sus allegados son asesinados.
Un documento de trabajo de la Universidad de las Naciones Unidas – Instituto Mundial de Investigación en Economía del Desarrollo (UNU-WIDER), elaborado por Roxana Gutiérrez-Romero y Nayely Iturbe, investigadoras en la Escuela de Negocios y Gestión de la Universidad Queen Mary de Londres, señala que de 2000 a 2021 se registraron 500 homicidios de políticos, principalmente a nivel municipal. En dicho período, fueron asesinados 99 presidentes municipales en funciones, 148 expresidentes y 69 precandidatos y candidatos a presidentes municipales.
De los 500 asesinatos, 102 se cometieron durante el proceso electoral 2020-2021, que empezó el 7 de septiembre de 2020 y concluyó el 6 de junio de 2021, de acuerdo con el Séptimo Informe de Violencia Política en México elaborado por la desaparecida consultora Etellekt. 36 de las víctimas eran aspirantes y candidatos a cargos de elección. En total, en dicho proceso se registraron 1066 delitos contra políticos en 576 municipios de los 32 estados, incluyendo las capitales de 29.
También de acuerdo con Etellekt, durante el proceso electoral 2017-2018 que llevó al poder al presidente Andrés Manuel López Obrador, fueron asesinados 152 políticos, incluyendo 48 precandidatos y candidatos a puestos de elección. También hubo 774 agresiones no letales contra políticos.
A estos números hay que añadir los asesinatos de políticos y sus familiares fuera de los meses que abarca cada proceso electoral.
Por ejemplo, el 9 de noviembre de 2018, días antes de que AMLO tomara posesión de su cargo, mataron en Ciudad Mendoza, Veracruz, a Valeria Cruz Medel, de 22 años, hija de la entonces diputada federal morenista y actual presidenta municipal de Minatitlán, Carmen Medel Palma. Curiosamente, al igual que Giovanni Lezama Barrera, fue asesinada a balazos dentro de un gimnasio donde se ejercitaba.
Al igual que casi todos los asesinatos que se cometen en México, los de la mayoría de los políticos y sus familiares no han sido esclarecidos, por lo que explicar sus causas es meramente una especulación.
Lo que está fuera de cualquier duda es que durante el proceso electoral en curso, que concluirá el 2 de junio, muchos políticos y sus cercanos perderán la vida. Habrá que ver si el número de homicidios y agresiones no letales rompe el récord actual.
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Información Radio Fórmula