25 mil por cabeza

Por: Yuriria Sierra

Hace unas semanas hablamos del Índice Delictivo 2017 que elaboró el Observatorio Nacional Ciudadano, en él se concluyó, con el apoyo de un riguroso análisis de cifras, que la Ciudad de México está hoy en su peor crisis de seguridad en 20 años: “Según los datos oficiales de la Procuraduría capitalina, la tasa de casos de homicidios dolosos reportada para 2016 fue de 10.78 por cada 100 mil habitantes, la mayor desde 1997, cuando fue de 10.98…”, se anota en el informe. Aunque ayer Hiram Almeida, secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, presentó su informe de actividades del periodo marzo 2016 a febrero 2017 y lo dicho por él refleja otra cosa. Según él, se redujo la incidencia de 14 delitos de alto impacto. Esto es, que durante los últimos 12 meses se han registrado menos robos con violencia a negocios, a cuentahabientes, en transporte público… bueno, hasta menos violaciones, pues se denunciaron un promedio de 139 casos menos con respecto al periodo pasado. ¿A quién le creemos?

Y es que la Ciudad de México no es el único caso en donde las autoridades aseguran que la inseguridad es exitosamente combatida. Cómo vamos a pensar eso, si ahora vemos que un exprocurador estatal está detenido en Estados Unidos por delitos contra la salud. Cómo vamos a pensar que la búsqueda de la tranquilidad es prioridad para los tres niveles de gobierno si en Veracruz se hacen bolas hasta en la identificación de las decenas de cuerpos que encuentran en las varias fosas descubiertas, si los periodistas son asesinados o agredidos cada vez con mayor frecuencia, si hay diarios que tienen que cerrar porque no les ofrecen garantías mínimas necesarias para la realización su oficio. La violencia —en todos sus tipos— ha sido una piedra en el zapato de todas las autoridades, porque poco han logrado resolver.

Es tan grave, que el Índice de Paz 2017 que elabora el Instituto para la Economía y la Paz ha dado con un dato que dimensiona y aterra por su gravedad: el impacto económico de la violencia representa algo así como 3.7 billones de pesos anuales. O sea, como 25 mil 130 pesos per cápita, por cabeza, por cada mexicano. Ése es el costo. En total suma 18% el PIB nacional. Es el índice más alto en cuatro años. En Sinaloa, por ejemplo, se han registrado cerca de 400 homicidios en los meses que llevamos de 2017; cabe señalar que éste es uno de los estados con el menor índice de paz, junto con Colima y Guerrero (que aparece por cuarto año consecutivo como el estado más violento del país). Eso tiene sentido con el 18.4% de incremento en la tasa de homicidios que se registró durante el año pasado en todo el país.

Y si al interior estas cifras asustan, al exterior no estamos distintos. Según el Índice de Paz Global 2016, México ocupa el lugar 140 de 160 en total. Así de mal estamos. Estos índices se logran con al análisis de los registros de la llamada “cifra negra”, que en México se logran gracias a los estudios que realiza el Inegi, aunque, de igual forma, se consulta al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, para que no anden diciendo que es un tema de percepción.

Así que ya no sólo es la Ciudad de México la que vive su peor crisis en 20 años; con estos números vemos que el país entero es el que se encuentra sumergido en una crisis de inseguridad, según el IEP, que no se tenía desde 2011. No es cuestión de percepción, sino de lo que todos los días vemos en los diarios. Apenas ayer, en Imagen Televisión, di cuenta de un jovencito, en Iztapalapa, que fue detenido con cuatro pistolas tipo pluma, dijo que “alguien” se las dio en la escuela para que las vendiera. Así de fácil se consigue un arma de fuego. No veo dónde está el optimismo de las autoridades.

Fuente. Excelsior.com.mx