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Por Enrique Aranda
No deberá pasar mucho tiempo, a decir de quienes conocen sobre el particular, antes de que un nuevo escándalo, sembrado desde el frente moreno, estalle en territorio blanquiazul, entre quienes forman las filas de Acción Nacional en el Estado de México, para ser más específicos.
La imputación, huelga destacar, no será otra que corrupción —desvío e indebido manejo de recursos públicos, presumiblemente— y el implicado, nadie más que Édgar Olvera Higuera, el exalcalde de Naucalpan e integrante ahora, en cuanto que coordinador nacional de diputados locales panistas, del equipo cercano del gris-gris Marko Cortés Mendoza y, obvio, del primer nivel de dirección partidista.
Si bien no se conocen aún los detalles de los procesos, dos, que la actual administración naucalpense habría iniciado contra el exmunícipe —y Víctor Gálvez Astorga, que asumió como su suplente para que aquél pudiera competir y ganar un lugar en la LX Legislatura estatal— ante el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), que coordina Rogelio Padrón de León, para nadie es un secreto que uno de los asuntos a esclarecer y por los que se pretende le sean fincados cargos es por la adquisición, supuestamente “irregular”, de un helicóptero Bell 206 L4, al que poco o nulo uso se le dio por parte de la alcaldía.
Un aparato, se sabe, que en marzo de 2017 habría sido comprado en 22 millones de pesos “para apoyar acciones de seguridad y emergencia…”, que amén de exigir algo así como un millón de pesos por concepto de mantenimiento mensual, no voló más de una hora promedio diario desde entonces y hasta su “apresurada y discreta” venta, en diciembre del pasado 2018, en 16 millones… cinco de los cuales debieron ser utilizados para saldar adeudos por la utilización de un hangar en el aeropuerto capitalino.
Hablamos, sí, del denominado Águila 1, que, tras su enajenación a un grupo privado en diciembre del año pasado, habría venido a tierra en Sultepec, presumiblemente abatido por elementos de la policía, como parte de un operativo que aún hoy es objeto de investigación.
Y esto, más lo que resulte tras la evaluación de la situación de “desastre financiero” en que presuntamente asumió la alcaldesa en turno, la expanista Patricia Durán Reveles, que, dijo, recibió el municipio con tres mil millones de deuda, adeudos en nómina por 60 millones, adeudos con el Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OASPAS), por 895 millones y más, mucho más.
Veremos, pues…
ASTERISCOS
* Digno de reconocimiento el valiente posicionamiento de Lilly Téllez, senadora, quien, más allá de su militancia morena, se manifestó a favor de entregar la medalla Belisario Domínguez, post-mortem, a Eugenio Garza Sada, empresario asesinado por la Liga Comunista 23 de Septiembre en 1973. Cumple cabalmente con los requisitos exigibles, planteó vía Twitter…
* Interesante que haya sido el reconocido penalista Diego Ruiz Durán quien, ante la polémica generada hace días respecto de si Cuauhtémoc Blanco debía o no renunciar al gobierno de Morelos, dejó en claro que, más que la grilla, la prioridad es resolver necesidades existentes en materia de seguridad, salud, educación y obra pública, entre otras. Al parecer, ¡hay Temo para rato!…
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx