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Confirma el Ejército que el crimen ha penetrado directamente y se tiene que encontrar pronta solución / El General de División DEM Salvador Cienfuegos Zepeda, quien arribó a Cancún bajo un fuerte dispositivo de seguridad, dio a conocer que se evitará que Quintana Roo se convierta en otro Acapulco / La Delincuencia Organizada mantiene fuerte presencia en los tres Estados de la península de Yucatán / Los recientes sucesos en Cancún y Playa del Carmen son prueba de la lucha por el control de la plaza entre carteles de la droga
CANCUN, Q. Roo- El Ejército ha confirmado la alerta máxima que se ha establecido en Quintana Roo y la Península de Yucatán. En su visita privada a Cancún, el general de División DEM Salvador Cienfuegos Zepeda, fue hecho por más de 50 escoltas, vehículos con artillería pesada y un esquema de alta protección.
El secretario de la defensa Nacional estuvo en Quintana Roo durante dos días para establecer la advertencia: El crimen ha penetrado de forma directa y se tiene que encontrar una solución lo antes posible.
La alerta se da debido a que se trata del principal estado turístico del país, donde la entrada de divisas vía turismo es la más importante para México. Bajo ningún motivo se quiere que Cancún o Riviera Maya, sean otro Acapulco.
Sin embargo, la Península de Yucatán está copada totalmente por la delincuencia. Conformada formalmente por tres estados, pero con una cultura común, la Península de Yucatán comparte también un mismo creciente problema que amenaza con cambiar la percepción que de ella se tiene como un sitio pacífico: el narcotráfico.
Los tres estados de la zona, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, principalmente este último, han sido escenario de sucesos que van desde aseguramientos, operativos y ejecuciones en los que el sello del narco y de algunos de sus principales cárteles ha quedado bien impreso. Asimismo, gente de todo tipo, desde campesinos, hasta gobernantes, pasando incluso por niños, no han podido evitar sustraerse de las garras de este fenómeno que si bien aún no genera violencia extrema y crímenes diarios en la zona, sí es ya un problema social y de salud para sus habitantes.
La península bajo violencia
En el caso de Campeche, la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) acepta que el territorio es una ruta del narcotráfico, por lo que su tarea consiste en evitar que utilicen esa vía, que de 1988 a 1991 se caracterizó por importantes decomisos en carreteras y de 1993 a 2003 con bombardeos desde avionetas. Empero, declina confirmar la operación de algún cártel de la droga en territorio de esa vecina entidad.
Por ello, se deduce que la zona alberga centros operativos de esos cárteles. Ya sea por aire con “bombardeos” de cocaína, o por tierra desde Quintana Roo, pasando por Yucatán, el flagelo ha encontrado en Campeche el resorte definitivo, necesario e indispensable para catapultarse al resto de México, que es ya también un centro importante de consumo, y a su principal destino: Estados Unidos.
En el vecino estado de Yucatán, los hechos actuales aún sustentan su fama como uno de los territorios más seguros y tranquilos del país, aunque igualmente ha vivido capítulos que lo vinculan al narcotráfico. Al respecto, las autoridades locales y federales han insistido por años que Yucatán está fuera del mapa de la ruta que sigue la droga desde Sudamérica hasta Estados Unidos, aunque no siempre ha sido así. A mediados de los ochenta, el Cártel de Medellín, poderosa organización de narcotraficantes colombianos, levantó una completa estructura que a la fecha se mantiene intacta, aunque de bajo perfil.
Asimismo, una realidad, indica, es que en Quintana Roo la delincuencia está desatada. La violencia en Cancún y Playa del Carmen es consecuencia de la lucha por el control del comercio de drogas entre cárteles del narcotráfico. Información PorEsto
