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Por Adrián Rueda
Mientras el gobierno federal exige a los trabajadores de la salud que esperen su turno para recibir una vacuna anticovid, en la Gustavo A. Madero, funcionarios de la alcaldía se brincan la fila para vacunarse y nadie dice nada.
Ni el alcalde Francisco Chíguil ni la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se han pronunciado sobre la vacuna que Roberto Alcalá Espinosa, jefe de Unidad Departamental de la Dirección Territorial 3 de esa demarcación, se puso la semana pasada en el deportivo Hermanos Galeana.
Vecinos de la demarcación denunciaron que el funcionario se brincó la fila para vacunarse e hicieron circular una foto donde se ve a quien identifican como Alcalá Espinosa, al momento en que es inoculado en la sede que las autoridades instalaron para tal efecto.
Ataviado con una camisa azul de manga corta, lentes filtrasol y un cubrebocas blanco, el funcionario es inyectado en el brazo izquierdo, como parte de la campaña implementada por la Secretaría de Salud en la alcaldía Gustavo A. Madero.
A finales de la semana pasada, y a pregunta directa de un reportero, el Presidente advirtió que, a pesar de sus protestas, médicos del sector privado —que incluso se sumaron a la lucha el gobierno contra covid-19— no serían vacunados y deberán esperar a que les toque, según su edad.
El gobierno ha preferido vacunar a más de cien mil Cuervos de la Nación…, perdón, Vividores de la Nación… otra vez, perdón, Siervos o Servidores de la Nación que integran las Brigadas Correcaminos, que vacunar a los médicos que combaten de manera particular la pandemia.
Pero no conforme con ello, ha permitido que funcionarios de varios niveles se brinquen la fila y se vacunen junto con familiares, mientras el grueso de la población espera ansiosa su turno para inocularse contra el coronavirus.
Por eso es que los ciudadanos de la GAM están indignados con el agandalle de Alcalá Espinosa, que, según la página de esa alcaldía, actualmente es JUD de Orientación Jurídica en la Zona 3 de la DGIT, que encabeza Elio Bejarano Martínez, ya se imaginan hermano de quién es.
Hay que esperar a ver qué dice Chíguil, quien ayer arrancó campaña por su reelección jurando que no hay amiguismos en GAM y tiene razón; ahora hay nepotismos, pues se hizo acompañar de su esposa, Beatriz Rojas, quien también busca repetir como diputada por esa alcaldía.
En estos momentos de pandemia el tema es ofensivo no sólo para los maderenses, sino para la ciudadanía en general.
En una de ésas —por gandalla—, los apoyos de Chíguil se pasan a la candidata perredista Carmen Pacheco, quien es médico de profesión y, lejos de tomar vacunas que no son suyas, se ha dedicado a atender a domicilio a ciudadanos afectados por covid-19.
Quien quiera ver en vivo el agandalle del funcionario, sólo debe meterse a las redes.
CENTAVITOS
Donde están muertos de risa con la salida de Roberto El Gordo López es en el PRD capitalino, pues su brinco a los brazos de Lola Padierna era tan esperado, que a lo mejor los únicos sorprendidos fueron los dirigentes de Morena, a quienes intentaron venderles la compra de López como el fichaje del año. El Gordo ha venido a la baja desde hace mucho, y en la reciente campaña de afiliación del sol azteca apenas juntó 500 firmas, que en una de ésas son de sus propios empleados en los negocios de la calle Victoria. Si los morenos le creen que se lleva con él a siete mil perredistas, allá ellos; lo mismo le decía a Alejandra Barrales y ya ven. Información Excelsior.com.mx