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Comerciantes de mariscos piden solución definitiva
Desde hace meses los pasillos de las coctelerías del mercado Lucas de Gálvez se inundan con aguas negras y predominan olores nauseabundos, debido a que se rebosa el sumidero y el agua brota por los registros de los pasillos.
Los comerciantes afectados manifestaron que le informan y se quejan de la situación con el líder de la sección, Josué Manuel Pisté Rivero, pero éste no hace nada y se limita a decirles que le informen a seguridad y los de seguridad los envían a la Administración del Mercado, quienes tampoco quieren tomar cartas en el asunto.
Entre los comerciantes del área predominan las mujeres y señalan que las muchachas meten los pies en bolsas de plástico para proteger su salud, juntan el agua en cubetas y la acarrean hasta el desagüe de otros pasillos, pero los malos olores persisten y alejan a los clientes, lo que obviamente afecta la economía de los vendedores.
Los afectados también se quejan de que la administración del mercado no recoge la basura y abundan moscas que son atraídas por los desperdicios, las que además se contaminan al pararse en los residuos que dejan las aguas negras y trasmiten los microbios a la comida.
Los afectados indican que el sistema de drenaje está obsoleto y presenta fugas, bombean las aguas negras a través de una manguera, que va a dar a la entrada del estacionamiento del mercado San Benito, donde éstas forman charcos putrefactos que permanecen por semanas y en ocasiones las aguas residuales inundan buena parte del estacionamiento, donde los malos olores son permanentes.
Los comerciantes relataron que ayer domingo otra vez se inundaron los pasillos y, cansados de la situación, filmaron cómo brotaba el agua de los registros; agregaron que de alguna forma el personal del Ayuntamiento de Mérida se enteró del video y de inmediato mandaron a varios trabajadores para que sacaran el agua.
Los empleados del municipio traían guantes de hule, cubetas y tambores de 200 litros para retirar las aguas putrefactas, los comerciantes manifestaron que los trabajadores del municipio retiran el agua que rebosa, pero dos o tres días después los líquidos residuales se vuelven a acumular, el sumidero rebosa y de nueva cuenta el agua putrefacta sale por los registros e inunda los pasillos, dicen que se requiere una solución definitiva y no simples remedios. Información PorEsto
