Progreso.— Dos alarifes de Seyé, padre e hijo, que ayer sábado poco después del mediodía bebían en Chuburná Puerto, decidieron en un momento dado acudir al muelle de pescadores de ese puerto para pescar, pero ya en el atracadero acordaron jugar una apuesta de llegar primero nadando a la playa.
La apuesta fue un cartón de cervezas, así que José Antonio Dzul Canché, de 48 años de edad, y su hijo José Antonio Dzul Can, de 25 años, llegaron hasta la punta del muelle y por su ebriedad no midieron el peligro y se lanzaron al mar.
Pero, según dijo Dzul Can, ninguno de los dos sabía nadar, pensaron que pisarían la arena. El ahora occiso desesperado se sujeto de la mano de su hijo, pero éste también se desesperó y para salvar la vida se agarró de unos tubos del atracadero.
“Mi papá se soltó y la corriente se lo llevó, como pude logré dirigirme a la orilla, no supe más. Cuando reaccione vi el cuerpo (de su papá) en la orilla de playa. Estaba muerto”, narró Dzul Can a los policías estatales y municipales en medio de su ebriedad y ataque de tos, pues tragó agua de mar y estuvo a punto de ahogarse.
El sobreviviente contó que son albañiles, que hace dos semanas él y su papá llegaron a Chuburná para trabajar en la construcción de un hotel, pero que ayer sábado, al estar ingiriendo bebidas alcohólicas, acordaron lanzarse al mar para bañarse y ver quien llegaba primero a la playa.
Cuando los dos alarifes se lanzaron al mar desde el muelle de pescadores, alrededor de las 12:30 horas, en la playa se encontraban dos muchachas en la orilla de la playa, quienes, al ver que los dos albañiles se estaban ahogando, reportaron el caso a la policía. Las mujeres rescataron a Dzul Can y lo llevaron a la orilla, pensaron que estaba muerto. El policía estatal Pablo Montero Itzá le dio los primeros auxilios y logró reanimarlo, aún ebrio, el albañil caminó a la orilla de la playa para ver el cuerpo de su papá. Información Diario de Yucatán