Médicos alertan sobre una consecuencia insospechada del coronavirus. Se trata del “Covid largo”, una versión de la enfermedad que se extiende semanas o incluso meses después de que el paciente ha dejado de ser contagioso.
No se trata solamente de las consecuencias conocidas del COVID-19, como la abundante caída del pelo, sino de una extensión de la enfermedad. En foros de Internet los pacientes han encontrado apoyo mutuo y una respuesta parcial al padecimiento que ellos mismos habrían bautizado como “Covid largo”.
Los médicos han reconocido que esta versión de la enfermedad afecta a un porcentaje considerable de los contagiados. El King’s College de Londres desarrolló una aplicación para el seguimiento de los pacientes en el Reino Unido y los datos que han extraído han asombrado a más de uno.
Según sus resultados, el 10% de los pacientes se sigue sintiendo enfermo luego de 3 semanas de haber sido diagnosticado. Y un 5% de los pacientes ha reportado que sigue sintiéndose enfermo luego de meses de haberse contagiado.
Paradójicamente, las autoridades sanitarias y médicos de Inglaterra concuerdan en que la data no es suficiente. Se debe realizar un mayor seguimiento de más personas.
Este “Covid largo” afecta principalmente el sistema respiratorio, aunque también se tiene registrado que provoca síntomas en el sistema cardiovascular, el corazón, los riñones, y el cerebro.
Una secuela particularmente notoria del COVID-19 es la llamada “niebla mental”. El New York Times entrevistó a gente recuperada que, meses después, se siente abrumada por operaciones mentales que antes hacía cotidianamente sin mayor problema. Por supuesto, esta “niebla mental” acarrea problemas en el trabajo y el entorno, además de secuelas emocionales.
Por su parte, en Inglaterra, el Instituto Nacional para la Investigación en Salud presentó un informe sobre el “Covid largo” y abunda tanto en sus características como en la data disponible al respecto.
“Esta revisión destaca el impacto físico y psicológico perjudicial que el COVID en curso está teniendo en la vida de muchas personas”, declaró a Reuters la doctora Elaine Maxwell, responsable del informe.
Una de las principales conclusiones del informe subraya que es indispensable que tanto pacientes como médicos colaboren para informar sobre el curso de la enfermedad una vez que el paciente ya no es contagioso.
“Si bien esta es una enfermedad nueva y estamos aprendiendo más sobre su impacto, los servicios deberán estar mejor equipados para ayudar a las personas con COVID en curso, ya que la evidencia emergente muestra que hay impactos psicológicos y sociales significativos que tendrán consecuencias a largo plazo”, se lee en el informe.
Con información de Reuters/Televisa