Por: Enrique Aranda
En más de una ocasión escuché a encumbrados funcionarios y/o destacados priistas asegurar, como reportamos en este espacio con toda oportunidad, que “nadie aporta más a la causa de Andrés Manuel López Obrador que sus detractores…”, e incluso que “el jefe de la (pre-pre) campaña del tabasqueño (de cara ahora a 2018) despacha igual en Los Pinos que en las sedes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) o de Acción Nacional (PAN)…”, por sólo aludir a algunos de los citados.
Y ello no sólo por lo que se dice de manera cotidiana con respecto al fundador e incuestionable líder del Movimiento Regeneración Nacional sino, en el caso del gobierno federal por ejemplo, por la ineficacia en su actuar ante problemas tales como la inseguridad y violencia, la incontenible corrupción-impunidad y/o la creciente pobreza o por su reiterada comisión y/u omisión ante situaciones objeto de censura y/o repudio de la sociedad o, en lo que se refiere a las dirigencias partidistas, por la falta de coherencia de algunos de sus principales liderazgos… que parecen competir por ver quién de ellos se exhibe en peores condiciones.
Apenas el miércoles en Washington, desde el interior mismo del cuestionadísimo republicano Donald Trump, de su gobierno, su secretario de Seguridad Interna, John Kelly, en el marco de una de las habituales comparecencias (allá) de funcionarios ante el Congreso, se encargó de abonar a la causa del tabasqueño al especular sobre el (supuesto) riesgo que para Estados Unidos representaría “la llegada de un izquierdista a la Presidencia de México”… ¡en el momento exacto en que el sentimiento antiestadunidense (en el país) se encuentra a tope!
En el cuartel del (indirectamente) aludido, la proclama fue entendida como un regalo y una oportunidad para “aclarar ciertas cosas…”, como lo hizo ayer el propio dirigente de Morena. No se entendió así en el más alto nivel del gobierno federal que, consciente del riesgo que implicaba “el desatino del gringo…”, urgió a su hombre ante la administración Trump, el secretario Luis Videgaray Caso, a explicar que en su (coincidente) encuentro con Kelly reclamó del mismo mantenerse al margen de los procesos electorales en el país.
Y de lo que viene ocurriendo en el marco de la estratégica campaña por la gubernatura en el Estado de México, no ahora sino de varias semanas o meses atrás, donde el crecimiento de la morena Delfina Gómez Álvarez en los sondeos parece ser inversamente proporcional a la virulencia y cantidad de los ataques que en su contra realizan, de manera cotidiana, panistas y priistas particularmente, ya mejor ni hablar. Sus principales aliados (inconscientes) son, como en el caso del promotor y principal impulsor, sus críticos y detractores.
Al tiempo…
ASTERISCOS
* Ocho ciudades mexicanas —Acapulco en la segunda posición, Ciudad Victoria (5), Mazatlán (27), Ciudad Juárez (37) y Chihuahua (40), entre otras— fueron incluidas en el último reporte sobre las “50 Ciudades Más Violentas del Mundo” del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, encabezado por José Antonio Ortega Sánchez. El otrora paradisiaco puerto del Pacífico reportó una tasa de 113.24 homicidios por cada 100 mil habitantes…
* Lo dicho: de no suceder nada que lo impida, como ocurrió ya en el intento previo del gobierno federal, el hasta hoy embajador de México en Ecuador, Jaime del Arenal, maestro del presidente Enrique Peña Nieto a su paso por la Universidad Panamericana, y de Felipe Calderón en la Escuela Libre de Derecho, será el próximo embajador de México ante la Santa Sede. El necesario placet, se dice, ya fue otorgado…
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP
Informació Excelsior.com.mx