Por José Cárdenas
El viernes pasado, la diputada priista Yolanda de la Torre, cercanísima a Alejandro Moreno, “Alito”, presentó una iniciativa para que el Ejército no salga de las calles antes de 2028.
Nadie en el PRI ha descalificado a la legisladora, sin embrago, el PAN estalla y al PRD le dan calambres.
El líder blanquiazul, Marko Cortés, amenaza con romper la coalición opositora “Va por México” si el PRI no retira la iniciativa; no tendría razón de ser, lamenta.
Sin embargo sí hay una razón para entender la jugada.
Todo indica que el gobierno negoció con el impresentable “Alito”, líder del PRI, para cambiarle un probable juicio de desafuero como diputado y tal vez la cárcel, por su escandaloso pasado delincuencial –a juzgar por las acusaciones de la gobernadora de Campeche–, con tal de que el partido tricolor apoye la hiper militarización de la seguridad nacional.
En pocas palabras, o “Alito” cooperaba o le daban cuello.
Y aprovechando el viaje, de una vez el partido en el poder coloca explosivos para dinamitar a la coalición opositora, un estorbo para que Morena arrase en las elecciones del Estado de México y Coahuila, el año entrante, y en la presidencial de 2024.
¿Será que “Alito” salvará su “pellejito” a cambio de entregar las “naves” a Morena?
En el diccionario del líder priista seguramente no existe la palabra traición.
Información Radio Fórmula