Por Enrique Aranda
Algo parecería no estar del todo bien en el gobierno de Morelos y, más específicamente, al interior del “equipo íntimo” en que se apoya (¿se apoyaba?) para tratar de garantizar que sea su hijastro, el perredista Rodrigo Gayosso y no otro quien le suceda en la posición cuando, a decir de sus afines, el gobernador Graco Ramírez Garrido Abre se muestra cada vez más abierto a dialogar, y a negociar incluso, una eventual “salida y relevo ordenados…” al término de su gestión.
Ello, que en un primer momento se pensó incluiría sólo a sus más cercanos colaboradores y/o compañeros de militancia en el sol azteca “y hasta algunos priistas”, aseguran aquéllos, hoy parece considerar también a opositores panistas, eclesiásticos, liderazgos sociales o empresarios de relevancia interesados en el futuro de la entidad… prácticamente a todos, con la sola excepción de quienes forman y apoyan el llamado eje PES-Morena, recién suscrito por Andrés Manuel López Obrador y Hugo Eric Flores, sus dirigentes a nivel nacional.
Y esto, no porque se acepte ya que la (pre)candidatura de Gayosso simple y sencillamente no va a ninguna parte, sino, en esencia, porque sólo quienes no quieren aceptar la realidad insisten en ignorar que, salvo la ocurrencia de un fenómeno extraordinario —“un megafraude electoral, por ejemplo…”— impedirá que la alianza suscrita por lopezobradoristas y peces a nivel estatal, con el actual alcalde capitalino Cuauhtémoc Blanco Bravo a la cabeza, se levante con el triunfo en la puja por la gubernatura.
Así las cosas entonces, la inquietud que se evidencia en las periferias del mandatario obedecería, en opinión de no pocos, no sólo a que el exfutbolista pueda presumir ahora una ventaja de entre 12 y 18 puntos de ventaja, o más incluso, en cuanta encuesta y/o sondeo se realiza de cara a los próximos comicios, sino, en especial, porque tanto de parte de Graco, como del edil que busca sucederle, la confrontación existente entre ambos es una suerte de “guerra sin fin” que si bien vivió ya una etapa en la que el primero recurrió a cuanta posibilidad tuvo de atacar al segundo, éste tiene por demás claro, y así lo ha declarado, que en caso de llegar al Palacio de Gobierno no dudará en investigar y eventualmente enjuiciar a aquél.
Es verdad que julio está aún lejos y que, en el caso de la alianza que apoya a Blanco, ni siquiera se define el método ni arranca el proceso de selección de quién será su abanderado al gobierno estatal, aunque tanto el popular Cuauh, como el otro aspirante con posibilidades de alcanzar la nominación, el senador experredista Rabindranath Salazar, han dejado en claro que acatarán la decisión que, con base en encuestas, asuma la dirigencia del movimiento.
¡Podrá el saliente gobernador “enderezar el barco” antes que inicie la tempestad que se (le) avecina?
ASTERISCOS
* Más tardó la vocería del anayismo panista en asegurar que la senadora Gabriela Cuevas dejaba Acción Nacional, para sumarse a Morena, porque “no se le pudo garantizar la posición plurinominal que exigía”, que la presidenta de la Unión Interparlamentaria, en desmentirla y recordarles que (yo sí) “he ganado todas las elecciones en que he participado…” ¡Sopas!.
* Aunque no sin sobresaltos, por cierto, el grupo en el poder en Puebla, sigue avanzando en la confección de la nómina de candidatos con que buscará mantener su hegemonía. Amén la gubernatura y la alcaldía capitalina, no son pocos los que apuestan a que la inclusión del presidente del Congreso Jorge Aguilar Chedraui y Mario Riestra, abonará al triunfo…
* Convertido en tema “de campaña”, el coordinador senatorial priista Emilio Gamboa reiteró la insistencia de los legisladores del tricolor en el sentido de que “la sociedad no está dispuesta a dar más largas al combate efectivo y puntual a corrupción e impunidad”. Y en esto sí, no le falta razón…
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP
Información Excelsior.com.mx