Por Francisco Garfias
Andrés Manuel López Obrador ha andado más activo que nunca en el tema diplomático. Parece que dejó atrás su reiterada frase de que ”la mejor política exterior es la política interior”.
Como Presidente electo empieza a darse cuenta de que existe la aldea global y que ignorarlo puede resultar muy costoso para sus compromisos de campaña.
AMLO se reunió esta semana con el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, recibió a 22 embajadores de América Latina y el Caribe, sostuvo un cónclave con embajadores y encargados de negocios de ocho países de Asia y el Pacífico.
Empieza a notarse la huella del futuro canciller, Marcelo Ebrard.
El mismísimo Trump, quien repite que los mexicanos vamos a pagar el muro, su muro, ha manifestado públicamente que el tabasqueño es “absolutamente un caballero”, y que le cae mejor que “el capitalista” (EPN).
Pasa la corriente entre los dos, aunque muy probablemente, tarde o temprano habrá choque.
En la reunión de ayer, en la Casa de Chihuahua, participaron representantes de Australia, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Vietnam, Japón, Indonesia, Filipinas y Tailandia. Son embajadores de algunas de las economías más dinámicas del mundo.
No parece una mala idea empezar a hablarles de inversiones, sobre todo cuando tenemos al norte al presidente más proteccionista e incierto del mundo: Donald Trump.
Nos cuentan que los interlocutores asiáticos y del pacífico de Andrés Manuel se mostraron particularmente interesados en la proyectada modernización del corredor logístico en el Istmo de Tehuantepec.
“El Presidente electo les empezó a plantear proyectos”, precisó una fuente cercana al nuevo gobierno.
La reivindicación que hizo Roberto Campa de la senadora de Morena, Nestora Salgado, tocó fibras sensibles.
Hubo comentarios en pro y en contra de la afirmación del otrora subsecretario de Derechos Humanos de la Segob —hoy titular de Trabajo y Previsión Social— de que no es una secuestradora.
Rescato el texto que nos mandó el exfiscal de Guerrero, Iñaky Blanco, a quien le tocó llevar el polémico caso durante el gobierno de Ángel Aguirre.
No le gustó ni tantito la conclusión que sacamos, basados en las aportaciones que nos hizo el ahora secretario del Trabajo: Nestora no es una plagiaria disfrazada de senadora.
Replicó:
“Me remito a lo que concluyó la CNDH. Esto es que la Policía Comunitaria que encabezó dicha persona violó derechos humanos, lo cual se traduce en comisión de delitos, siendo de destacar los abusos sexuales en agravio de menores de edad.
“Advierto también que su liberación obedeció a una instrucción superior de carácter político y no a la aplicación estricta del derecho en la vía judicial, lo cual explica por qué las sentencias que la ‘liberaron’ son idénticas en varios de sus párrafos”.
No omitió mencionar que la detención de Nestora obedeció a las denuncias que formularon en su contra cerca de 50 personas, y que su ingreso a la cárcel fue acordado con autoridades federales. “La PGR la consignó por delincuencia organizada”, concluyó.
Uno que está en capilla es Roberto Sandoval, exgobernador de Nayarit, tapadera del narcofiscal de esa entidad, Édgar Veytia, detenido en Estados Unidos por tráfico de drogas.
El Congreso de Nayarit aprobó en comisiones la petición de juicio político para inhabilitar por 12 años, 10 meses, 15 días al exmandatario “por el manejo indebido de fondos y violaciones graves a la Constitución.
El dictamen va al pleno la semana que entra.
Marko Cortés ya trae el apoyo de un gobernador electo para la presidencia nacional del PAN. Diego Sinhué, de Guanajuato.
Del otro lado, con Héctor Larios, están nueve mandatarios estatales y el exaspirante calderonista a ese cargo Roberto Gil, que no quieren continuidad en la dirigencia del azul.
La ventaja para Marko es que el grupo de Anaya controla las estructuras del partido. Son los que tienen en su poder el padrón de Acción Nacional.
La desventaja es que trae el fierro de Anaya, quien dividió al partido y lo extravió ideológicamente.
El Partido Nueva Alianza, que perdió el registro, ya tiene un “acuerdo de identidad” con el morenista Ricardo Monreal en la Cámara alta. Pero también otro con el priista René Juárez, en San Lázaro.
Los acuerdos son idénticos. La senadora del PANAL Rocío Adriana Abreu Artiñano se adhiere al grupo de Morena para tener derecho a prerrogativas, pero sin perder su identidad partidista.
Con los dos únicos diputados turquesas en San Lázaro es lo mismo. Se adhieren al PRI formalmente, pero mantienen la camiseta de Nueva Alianza, que aún da la ultima batalla por mantener su registro.
Su presidente, Luis Castro, nos dijo que ya presentaron denuncia por incumplimiento de requisitos para la candidatura indígena en Bochil, Chiapas, y que se pide la anulación de esos comicios en el distrito dos de esa entidad.
El triunfador de esos comicios, Humberto Pedrero Moreno, no cumple con el mandato del INE de que en 13 distritos del país, entre ellos chiapanecos, los candidatos federales sean indígenas.
Castro dice que el candidato que obtuvo la constancia de mayoría en Bochil es un “güerito” por el que no corre sangre indígena, pero que es muy amigo del primer gobernador-senador que tenemos en el país: Manuel Velasco. Información Excelsior.com.mx