Quien se presentó con gran éxito en el escenario del Lunario del Auditorio Nacional fue Angélica María, quien enamoró a todos los presentes con sus canciones.
Platicamos con ella y nos contó lo feliz que la hace que la gente la siga queriendo ver y oír, así como la vida que lleva en Estados Unidos al lado de su hija Angélica Vale y sus dos nietos, quienes son su adoración.
-¿Cuesta trabajo ir y venir de Los Ángeles?
“La verdad es que sí me canso, no te miento, y más porque llevo creo que siete u ocho años viviendo allá (en Los Ángeles), ya me acostumbré a su clima y a su posición a nivel del mar; entonces, cuando vengo a la Ciudad de México, el primer día me siento fatal, de hecho siempre llego un día antes para estar acostada en el hotel y nivelarme”.
-Entonces, ¿es cansado?
“Mucho trabajo, y me sigue costando porque lo extraño como loca, por eso vengo seguido. Mi hija decidió irse a vivir a Miami, después nos mudamos a Los Ángeles; yo no tenía trabajo aquí ni nada que hacer, entonces decidí vender todo y estar al lado de mi hija. A lo mejor si mi madre viviera, sí me hubiera quedado con ella, pero la verdad ya no tenía nada que hacer aquí en México y decidí irme, porque es la única familia que tengo”.
-¿Vive en la misma casa que ellos?
“¡Para nada!, ellos tienen su casa y yo vivo a siete minutos caminando, en un departamento más chico y cómodo. Muchos piensan que estoy ahí de metiche, pero no es cierto, en las noches me voy. Ya si mi hija me necesita, sabe que corro a verla, y ahí estoy para lo que se les ofrezca”.
-¿Le tiene miedo a la muerte?
“Pues no quiero que llegue aún, siento que me falta mucho por ver crecer a mis nietos y todavía le hago falta a mi niña, entonces le digo a la muerte: ‘aguántame allá lejitos’; y no es miedo, es precaución (ríe). Espero y Dios me conceda ese deseo”, finalizó. Información Tv Notas