En la protesta organizada por Antorcha Campesina frente a Palacio de Gobierno, dos mujeres mayahablantes de la comisaría de Kimbilá, municipio de Tixméhuac, quienes declinaron dar sus nombres por temor a represalias, declararon que las trajeron a la manifestación con la promesa de que les darían dinero, comida y refrescos.
Agobiadas por el calor, ambas mujeres, quienes se encontraban a la entrada del Pasaje Picheta, se cuestionaban dónde estaba la comida y los refrescos que les prometieron, sin que nadie pudiera darles respuesta, por lo que expresaron su inconformidad ante la situación.
Cuando comenzaron a contarle a los reporteros de los medios de comunicación ahí presentes lo ocurrido, fueron identificadas por Aleida Ramírez Huerta, que a base de señas les pidió regresar a donde estaba el contingente que cerró la calle 61 por más de dos horas.
Mientras eso sucedía afuera del Pasaje Picheta, al interior otras dos personas que llegaron con el grupo de gente, pagaban a quienes acudieron a la protesta, algunas hasta acompañadas de sus hijos.
Después de la reunión con autoridades de gobierno, las personas abordaron a las puertas del Palacio de Gobierno, cinco camiones, 16 combis y seis camionetas.