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La Policía Ministerial de Nuevo León cada día está más cerca de ejecutar la orden de reaprehensión en contra de Roberto G. L. T. y que sea trasladado a esa entidad para cumplir una sentencia de 25 años de prisión. Solo se espera que se recupere de una cirugía reconstructiva a la que será sometido por las lesiones que sufrió al ser atacado por uno de los dos tigres de Bengala que tenía de mascotas en un rancho del municipio de Baca.
A casi tres meses de que fuera atacado por la fiera, Roberto, reclamado por la justicia de Nuevo León para enfrentar una sentencia porhomicidio calificado dictada en Nuevo León, permanece en la Clínica de Mérida, bajo custodia policíaca. Ya está fuera de peligro, pero aún no es dado de alta debido a que en los próximo días será sometido a una cirugía reconstructiva.
Este empresario norteño fue sentenciado por un crimen cometido en 2005 en Nuevo León, por asesinar a su amigo y socio Juan R. G. T. G., de 38 años. El 9 de septiembre de ese año, el cadáver de Juan fue hallado con ocho heridas por arma blanca en la espalda y tórax, con la cabeza envuelta con cinta adhesiva y maniatado por la espalda dentro de su oficina en un lote de autos.
Por esos hechos, Roberto fue sentenciado a 25 años de prisión, pero al interponer su defensa los recursos legales, obtuvo la libertad, sin embargo, los fiscales se inconformaron, se revocó el fallo y se ordenó su reaprehensión, de acuerdo con el acta penal en definitiva número 59/2007, formado con motivo del recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de fecha 12 de marzo del 2007.
Pero cuando se le buscó para volverlo a detener, Roberto ya no vivía en Monterrey, sino en Yucatán, escondido.
Ante la orden de aprehensión y detención, a raíz del ataque de su tigre en su rancho “Santa María”, ubicado en la población de Baca, salió a relucir la identidad del empresario reclamado por la justicia de Nuevo León al verificarse sus datos en Plataforma México. Información Sipse.com
