Apuesta AMLO a escuela de cuadros

Enfrentados de manera cotidiana ahora, al frustrante reto que para el próximo jefe del Ejecutivo implica no contar con un número suficiente de perfiles —”cuando no de carecer absolutamente de ellos”— para elegir a quienes con formación académica, capacidad técnica y/o experiencia deberán asumir, con él, las más altas responsabilidades en el gobierno, dirigentes de Morena y, en especial, el propio Andrés Manuel López Obrador parecen haber definido ya la estrategia que, amén de ayudar a subsanar tal carencia, podría garantizarles la permanencia en el poder más allá de uno, dos o más períodos…

Nos referimos a la anunciada decisión de dar vida a una escuela de cuadros que, además de aportar elementos capacitados para dotar al Movimiento Regeneración Nacional, en cuanto partido, de la estructura de que ahora adolece y lastra su proceso de institucionalización, surta al régimen de funcionarios preparados para cumplir y operar las más diversas tareas y, más importante, plenamente identificados con la ideología del lopezobradorismo.

Hablamos, en concreto, del llamado Instituto de Formación Política, cuya creación fue avalada en el V Congreso Nacional Extraordinario de Morena, celebrado en agosto y para cuya operación, en un primer momento, se le estaría garantizando un presupuesto anual cercano a los 400 millones de pesos provenientes de prerrogativas que al Movimiento entregará, a partir del próximo año, el Instituto Nacional Electoral (INE), de Lorenzo Córdova y, claro, de un cuadro de académicos y (supuestos) intelectuales de izquierda tales como el respetado Lorenzo Meyer, Enrique Dussell, Armando Bartra, Pablo Moctezuma, Héctor Díaz-Polanco y, bueno, hasta el impresentable Paco

Ignacio Taibo II, por sólo citar algunos ya uncidos al proyecto.

La iniciativa, huelga recordar, surgió desde mediados de la pasada campaña cuando la previsible carencia de cuadros era ya motivo de preocupación para no pocos miembros del equipo cercano al (ahora) Presidente electo que, incluso, abrió las puertas e invitó a liderazgos de otras fuerzas políticas con capacidad y experiencia y que, ya hoy, han sido llamados a desempeñar tareas específicas. Eran esos los tiempos en que, en el entorno de Yeidckol Polevnsky, se escuchaba aquello de “ya tenemos los votos para ganar…lo que ahora nos urge es tener los cuadros para gobernar”.

La procedencia y urgencia para Morena de avanzar en la constitución del IFP entonces, es (políticamente) incuestionable, igual que la “segunda” intención del proyecto: “formar cuadros para fortalecer(nos) y permanecer (en el poder)”. No lo es, en contraste, la idea de “recrear” opciones capaces de dotar al lopezobradorismo de cuadros  ideologizados, lo que no es descartable, que en su momento asuman la permanencia del movimiento en el poder como causa suficiente para, incluso, violar la ley o atentar en contra de la democracia…

Dos o tres eventos ocurridos apenas instalarse la LXIV Legislatura, apoyados por las mayorías morenas, refieren a ello…y eso, ¡eso sí es un riesgo!.

ASTERISCOS

* Evidencia de la tristísima realidad, marcada por la división y desánimo de su militancia, abandono de principios, pragmatismo en auge y confrontación de liderazgos que vive el PAN, la ausencia de sus principales dirigentes en el festejo por sus 79 años de existencia. De los tres últimos, el actual encargado de despacho Marcelo Torres Cofiño, más Damíán Zepeda y, claro, el fracasado Ricardo Anaya, ninguno se dejó ver por el Ángel…

* Y por si algo faltara, ahí está el público reclamo que la jaliciense Mirelle Montes, compañera de fórmula del doctrinario Manuel Gómez Morín en la puja por la presidencia, hace a Marko Cortés, cabeza de la llamada “planilla (anayista) de unidad” para que transparente la opaca gestión de recursos de la fracción panista en San Lázaro, que le atribuye…

Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.

Twitter: @EnriqueArandaP

Información Excelsior.com.mx