Mérida, Yuc., 21 de abril 2023.- Las aspiraciones electorales del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y del delegado del gobierno federal en Yucatán, Joaquín Díaz Mena, sufrieron este viernes un fuerte golpe al revelarse en las redes sociales que su base en Yucatán se conforma con los peores políticos locales, identificados por el electorado como saqueadores y vividores del erario.
Los organizadores del ágape en la lujosa exhacienda San Juan Opichén en vano lucharon por mantener en secrecía la identidad de los comensales, muchos de ellos nefastos exservidores públicos yucatecos que ya tienen un pie en la llamada Cuarta Transformación, empezando con nombres de la talla de Eduardo Sobrino Sierra y su sobrino Jorge Sobrino Argáez, Angélica Araujo Lara y Francisco Torres Rivas, Raúl Paz Alonzo y Harry Rodríguez Botello Fierro, por mencionar ejemplos de la oferta de vividores locales del erario, emanados de todos los partidos, que están en el abordaje de Morena.
También estuvieron políticos que aún se recuerdan en el sector rural por el saqueo a los proyectos y programas a los campesinos, como el exdiputado y exlíder cenecista Feliciano Moo y Can, pieza clave en el saqueo a la industria henequenera local y hasta el exrector de la Uady Raúl Godoy Montañez, quien tiene un alto cargo en el Infonavit pero no suelta el control económico del Parque Científico de Yucatán.
Adán Augusto pretendió justificar la baja calaña multipartidista que le patentizó el apoyo a sus aspiraciones presidenciales: “Tenía una cita pendiente con empresarios, sociedad civil y políticos de aquí de Yucatán”.
Rostros viejos, conocidos por generaciones de yucatecos que los reprobaron en las boletas electorales, los saqueadores del erario confían ahora en que se repetirá la tendencia electoral de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador captó el voto juvenil, que desconocía su oscuro pasado.
De acuerdo con la estrategia política de los hoy simpatizantes de Adán Augusto y Joaquín Díaz, el impulso y la aceptación de la marca López Obrador en las nuevas generaciones les da una ventaja.
Pero hoy mismo se encendieron los focos rojos. En las redes sociales se “viralizó” el repudio de los yucatecos a un negro pasado que se pensaba superado, pero ahora está camuflado como los impulsores de la “transformación política” en el 2024.
El repudio a los chapulines políticos alcanzó extremos tales que, ante la ola de señalamientos a su mala actuación pública, el senador expanista Raúl Paz Alonso vio frustrado su intento de organizar mañana sábado un desayuno a Adán Augusto con 50 consejeros de Morena. La propia presidenta estatal de ese instituto, Alpha Tavera Escalante, se encargó de advertirles a los consejeros que no se presten a las jugarretas de los advenedizos.
El titular de Gobernación luego se disculparía por no asistir a ese desayuno, poniendo de pretexto que debía estar en Mazatlán, Sinaloa, la tierra de los “Chapitos”.
Ya en el atardecer del viernes, varios de los asistentes de esa comida optaron por bajar sus fotografías de Facebook, a solicitud de otros invitados que asistieron en calidad de “empresarios y de sociedad civil a una reunión no partidista” y, por tanto, no querían mezclarse con los arribistas de Morena.
Pero el daño ya estaba hecho. La aspiración a la candidatura presidencial de López Hernández, y a la gubernatura yucateca de Díaz Mena quedaron manchadas principalmente por el truculento pasado de los arribistas de Morena, en particular los aún priistas.