Asesinos seriales en México que conmocionaron al país

• La realidad siempre supera la ficción y nuestro país no es la excepción.

El pasado 27 de julio se estrenó en Netflix el documental: ”La dama del silencio, el caso Mataviejitas” el cual nos hace recordar, el asesinato de 49 mujeres de la tercera edad en la CDMX en la década de los 2000, estranguladas por Juana Barraza, a quien se le comprobaron al menos 16 homicidios y 11 robos. Esta historia, hizo recordar la lista de asesinos seriales en México.

Se considera a alguien como asesino serial cuando comete tres o más asesinatos en un periodo relativamente corto. María José Cuevas, la directora del documental mencionado, ha señalado que aun cuando en México hay mucha violencia, no hay asesinos seriales como tal. No obstante, ésta es la penosa lista de los asesinos seriales en nuestro país.

Francisco Guerrero “El Chalequero” o “El Degollador de Río Consulado”

Es el primer asesino serial del que se tiene registro en México. Mató a 20 mujeres en ocho años, todas prostitutas. Las golpeó, estranguló y decapitó en zonas del centro de la Ciudad de México. Fue detenido el 13 de febrero de 1888, tras ser denunciado por el vecino de una de sus víctimas. Sólo pudieron comprobar un asesinato. La sentencia fue de 20 años. Por error lo liberaron en 1904. Asesinó a Antonia, una anciana, de la misma manera que las anteriores. Volvió a la cárcel. Lo condenaron a muerte en 1910, a los 70 años.

Gregorio “Goyo” Cárdenas

Llamado también “El estrangulador de Tacuba” asesinó a una compañera de la carrera de Ciencias Químicas y a tres prostitutas, en 1942. Con ellas tuvo relaciones sexuales . Después las ahorcó y enterró en el jardín de su casa. Ese mismo año, Cárdenas confesó sus crímenes luego de que su madre lo internó en un hospital psiquiátrico. En la prisión de Lecumberri tomó clases de Psiquiatría e incluso tuvo licencia para salir cuando quisiera. En 1976 salió libre por indulto del entonces presidente, Luis Echeverría. La Cámara de Diputados le rindió un homenaje por ser ejemplo de readaptación social. Estando en la cárcel aprendió el Código Penal y se convirtió en abogado de otros internos.

Higinio Sobera de la Flor “el Pelón”

Era un joven de alta sociedad. En 1952 asesinó por un incidente vial a Armando Lepe, tío de la actriz Ana Bertha Lepe (quien fuera Miss México y lograra el cuarto lugar en Miss Universo, la primera vez que una mexicana llegaba a la final). Se dice que “el Pelón” cometió el acto luego de tener un brote psicótico. Tras cometer el crimen se refugió con su madre, que lo protegía de un padre violento. La señora lo instaló en un hotel. Él salió en busca de sexo. Invitó a una mujer (Hortensia López) que esperaba el autobús en Reforma. La hostigó. Ella lo rechazó y paró un taxi. Él enfureció. Subió al taxi junto con ella y le disparó tres veces. Obligó al chofer a dirigirse hacia la carretera vieja a Toluca. Aunque fueron interceptados por un policía, lo sobornó con cinco pesos. Bajó al chofer y luego en el hotel tuvo relaciones con el cadáver. Abandonó el cuerpo en un campo y regresó al hotel. Sólo le pudieron comprobar dos homicidios pero sospecharon que hubo más víctimas, pues al parecer las empleadas domésticas llegaron a declarar que varias veces lavaron su ropa llena de sangre. Fue condenado a 40 años de prisión. Estuvo en la prisión de Lecumberri. En la cárcel le diagnosticaron esquizofrenia paranoica y lo mandaron al manicomio. Su caso desencadenó la polémica sobre el tema de “imputabilidad” donde la política criminal sólo tiene la opción de recluir al trastornado. Lo llamaron “el psicótico muralista” porque con su excremento pintaba murales. Años después obtuvo la libertad. Se decía que deambulaba por Xochimilco dando de comer a los patos. Murió a los 57 años.

Macario Alcalá Canchola “el Jack mexicano”

Cometió sus crímenes en la década de los 60 del siglo pasado, en el entonces Distrito Federal. Sólo pudieron comprobarle el asesinato de dos sexoservidoras, pero se sospecha mató a 12. En su juicio dijo que quería ser comparado con el asesino británico “Jack, el destripador”, pues copiaba la manera de matar (estrangulando prostitutas) por lo que se le puso el mote de “el Jack mexicano”. Su vida había sido un fracaso. Fue despedido de la infantería de la guardia presidencial por incompetencia e indisciplina. Quiso ser boxeador pero nunca destacó. Bajo un nombre falso entró a trabajar como policía preventivo pero fue despedido por abuso de uso de la fuerza y de autoridad. Casado y con tres hijos, su esposa declaró que él se sentía superior a los demás y trataba mal a la gente. Fue condenado a 60 años de prisión.

Las hermanas Gónzalez Valenzuela “Las Poquianchis”

A María Luisa, Delfina, María de Jesús y Carmen, originarias de El Salto, Jalisco, les atribuyeron el asesinato de al menos 150 personas, la mayoría prostitutas que trabajaban en sus burdeles. Se cree que a muchas de sus víctimas las enterraron vivas. Las hermanas fueron víctimas de violencia familiar en su infancia. Trabajaron en una fábrica textil con sueldos de miseria. Luego recibieron una pequeña herencia cuando murieron sus padres y abrieron un prostíbulo donde comenzaron sus crímenes. En San Francisco del Rincón, Guanajuato, fueron famosas por un bar de su propiedad donde las llamaban “las Poquianchis”. Se sabe que con engaños reclutaban a mujeres y las prostituían. El 6 de enero de 1964 fueron detenidas luego de que una víctima que logró escapar las denunció. Las autoridades encontraron un cementerio con restos humanos de sus víctimas. El escritor Jorge Ibargüengoitia se basó en esta historia para escribir la novela “Las Muertas” que sirvió de guión para la película “Las Poquianchis”, dirigida por Felipe Cazals

Raúl Osiel Marroquín “El sádico”

Todas sus víctimas fueron homosexuales. Los secuestraba, ahorcaba, descuartizaba y ponía sus restos en maletas que abandonaba en inmediaciones del metro Chabacano y la colonia Asturias, en la CDMX. Fue detenido en enero de 2006, y condenado a 288 años de prisión. Confeso dijo que no se arrepentía de nada y que si tuviera la oportunidad de volver a hacerlo sería más cuidadoso para no ser atrapado.

José Luis Calva Zepeda, “el Caníbal de la Guerrerro”

Fue señalado de haber asesinado a su pareja, una exnovia y una prostituta. Además comprobaron que se comió partes de sus cuerpos, por lo que le apodaron “el Caníbal de la Guerrero” pues vivía en esa colonia y en la zona cometió los crímenes. Fue detenido el 8 de octubre de 2007. Se suicidó en la cárcel con un cinturón, el 11 de diciembre del mismo año. Información Tv Notas