Astrid frente a Trump

Yuriria Sierra

Para el momento en que se escriben estas líneas, demócratas y republicanos se preparan en Washington para escuchar el primer discurso que Donald Trump dirigirá al Congreso. Se esperan varias cosas, entre ellas, que el Presidente de Estados Unidos presente su plan general de gobierno, incluida su solicitud para accesar a más presupuesto para la milicia, porque dice que ya es hora de volver a ganar guerras; no de evitarlas, sino de enfrentarlas y ganar. Pero, de manera estratégica y muy necesaria, los demócratas se encargaron de buscar a la persona ideal para responder este mensaje: Astrid Silva, una joven mexicana nacida en Durango y que pisó por primera vez suelo estadunidense a la edad de cuatro años, será quien en español habrá respondido a Trump.

“La respuesta será en español, en inglés la dirá el gobernador de Kentucky, pero es un orgullo muy grande el que primero se haga en español, porque sabemos que hay millones de latinos que hablan español. Es un alcance muy grande que se esté dando este discurso (…) También los demócratas han estado en esta lucha y nos están respaldando. Y no es porque sea yo la persona que lo esté dando, pero es un paso muy importante que los demócratas estén poniendo a una mujer, una latina, una inmigrante, a dar este discurso que es tan importante y tan histórico…”, me dijo ayer Astrid, en una conversación telefónica que tuve con ella a mediodía, horas antes de que se parara en el podio frente a Donald Trump, republicanos, demócratas… bueno, frente a prácticamente todo el mundo, pues el de anoche fue uno de los eventos más esperados, dado este mes y medio que llevamos de la gestión del estadunidense y que ha sido, por mucho, un ciclo de tensión.

“Aquí estamos para la respuesta demócrata. Para mí es muy importante que no sólo la comunidad latina, sino que, en particular, nuestra comunidad indocumentada, entienda que tenemos un respaldo y que, aunque el presidente Trump esté haciendo amenazas en contra de nuestra comunidad, estamos preparados para continuar la lucha…”, me agregó, con entusiasmo, Silva. Y cómo no, ella se habrá convertido en la voz de los millones de migrantes que hoy se están jugando su vida entera buscando su permanencia en Estados Unidos.

“Nosotros tenemos que recordarle a nuestra comunidad que, aunque estemos viviendo con miedo y con mucha incertidumbre, tenemos que salir adelante y seguir con la lucha que ya ha tenido victorias. Tenemos que recordarles que estamos aquí por una razón y que nadie puede quitarnos nuestro hogar. Aunque, más que nada, los latinos tenemos un poder, millones de latinos votaron el año pasado y vamos a continuar…”.

Astrid se ha convertido en uno de los vasos comunicantes más activos dentro de los movimientos en favor de los migrantes, no es gratuito que ella haya sido la elegida para entonar el discurso para el que tantos quisiéramos aportar: “Yo nací en México y creo que debemos de recordar que en todos los países existe una responsabilidad grandísima por cuidar de los inmigrantes que vienen de otros países, y recordar que las familias que estamos acá en Estados Unidos, si llegara a pasar lo que no se quiere —que una familia se desintegre— que el gobierno mexicano debe estar ahí para apoyarlos y puedan hacer su vida allá…”.

Para el momento en que usted lee estas líneas, ya sabremos qué habrá dicho Trump y qué le habrán respondido los varios elegidos para hacerlo, entre ellos Astrid; por lo pronto, como adelanto me dijo cuál sería el centro de su mensaje: “Recordarle que somos humanos, que, en lugar de estar con sus promesas de campaña, como deportarnos, quitar la reforma de salud, los derechos de las mujeres, los derechos de la comunidad LGBT, de los musulmanes… recordarle esas cosas que dijo en la campaña, pero recordarle que en este momento es el Presidente de Estados Unidos y él debe gobernar para todo el país, no sólo para aquellos que votaron por él…”, me confesó, entusiasta y muy decidida, tal como se debe enfrentar a Donald Trump.