LAS VEGAS (Expansión) –
Una ciudad en la que la mayoría de los habitantes tengan acceso a la red, y en la que desde los semáforos hasta los contenedores de basura estén conectados y funcionen al 100% de forma automatizada, es parte del concepto que la operadora AT&T tiene de una ciudad inteligente, y el cual pretende traer a México en 2017.
Actualmente, la firma cuenta con ocho urbes bajo este concepto en Estados Unidos, y aunque es aún temprano para decir en qué localidad se ejecutará este proyecto en México, Mike Zeto, director general de soluciones de internet de las cosas y ciudades inteligentes para AT&T, adelantó que la firma se encuentra en proceso de evaluación de la localidad.
“En Estados Unidos comenzamos con un grupo de ciudades piloto, spotlight cities y estamos buscando la forma de cruzar la frontera del proyecto y llevarlo a México (…) en 2017 empezaremos a elegir áreas para entrar a México, por lo menos una ciudad”, dijo Zeto en entrevista con Expansión.
Para trasladar dicho concepto al país, el ejecutivo dijo que de inicio no se contemplan inversiones adicionales a los 3,000 millones de dólares de inversión que anunciaron para el país en julio de 2015 y los cuales tienen planes de ejecución hasta 2018.
“Hicimos y seguiremos haciendo una gran inversión en la red en México para tener esa cobertura que todos necesitan”, dijo Zeto.
El personal de comunicación de AT&T añadió que los planes de la firma en México continuarán a pesar del cambio de administración estadounidense.
“Esto no afecta a la compañía. Anunciamos una inversión de 3,000 millones de dólares para México que será ejecutada hasta 2018 y no hay cambio en ello”, aseguró la operadora.
En días recientes la estadounidense Ford dio a conocer la cancelación de su planta en San Luis Potosí la cual anunció en 2015. La firma aseguró que la decisión no fue producto de presiones por parte del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aunque criticó constantemente que la automotriz realizará parte de su producción en México y amenazó con imponer altos aranceles a los autos que ingresaran a Estados Unidos por la frontera sur.
Zeto explicó que, como se ha hecho en Estados Unidos, la operadora absorberá el costo de la implementación del proyecto de ciudades inteligentes en nuevas ciudades durante la fase piloto que va de tres a 12 meses.
“Lo hacemos nosotros en esos meses para que las localidades aprecien si el proyecto tiene el impacto que esperaban y que los ciudadanos también tengan una voz en sí hace sentido que se siga invirtiendo en estos proyectos”, dijo.
Retos con alta ganancia
De acuerdo con el ejecutivo de AT&T, uno de los retos más fuertes para lograr que el concepto de ciudades inteligentes funcione a favor de las comunidades es lograr que todo lo que esté conectado a la red sea interoperable sin importar lo que sea, además de mantener un alto nivel de ciberseguridad en la red.
“Las soluciones que existen en el internet de las cosas pueden poner en riesgo las utilidades de la ciudad como la electricidad, el agua y demás”, dijo Zeto.
El directivo explicó que para asegurarse ante estos riesgos requieren que los dispositivos que entren en su red cuenten con certificaciones además de contar con capas de seguridad en la red y aplicaciones y por último sistemas de monitoreo permanentes en el tráfico de datos.
Para la operadora, que busca brindar cobertura a 100 millones de mexicanos en 2018, el negocio de ciudades inteligentes se ve como uno de las verticales de negocio más redituables a futuro mientras otras más tradicionales, como la voz, van a la baja.
El mercado de ciudades inteligentes está valuado en una oportunidad de 1.5 billones de dólares hacia 2020, según datos de la consultora Frost & Sullivan.
“Puede ser un mercado muy significativo para nosotros, especialmente en la forma en la que podemos conjuntar un ecosistema con los partners y construir un ecosistema y ayudar a las ciudades”, dijo Zeto.