El Tiburon se convirtió en garantía de triunfo para el rival, incluso en el Puerto. Atrás quedaron aquellos partidos complicados en una plaza que se derrumba a pesar de una fiel afición. Este martes, el Veracruz recibió a un Querétaro enfurecido por la derrota de hace unos días ante León y vaplearon 5-0 al puro estilo de Víctor Manuel Vucetich.
Fue un duelo más en el que los jugadores locales mostraron poca ambición, con una defensa endeble, un medio campo perdido y unos delanteros deambulando. Solo Sebastián Jurado parecipo sentir el escudo, aunque fue el más exhibido al recibir cinco goles.
La mesa en el Luis Pirata Fuente estaba servida. Los pocos invitados tomaron sus lugares con la esperanza de ser testigos del primer triunfo después de 32 partidos, pero no fue así.
Marcel Ruiz fue el primero en servirse del banquete. Al minuto 18, el jugador firmó una jugada que comenzó desde el medio campo con un pase largo recibido por Ake Loba. El jugador intentó rematar pero en su fallida oportunidad, Marcel respondió para el 1-0.
Ake inisitió y se sirvió doble. Al minuto 36 definió dentro del área y ocho minutos después ocurrió lo mismo con una jugada en conjunto con Jeison Lucumí. Así, los abucheos con el 3-0 volvieron a aparecer en las tribunas para los jugadores del Veracruz.
De regreso al campo, Jurado mostró orgullo al atajar un disparo de Paolo Yrizar, a quien solo le bastaron unos momentos más para herir al aquero y poner el 4-0 con un auténtico golazo producto de una jugada personal para llegar al área chica y definir bombeado y colocado.
Todo acabó con el quinto de Alonso Escoboza para darle el arponazo a los Tiburones que no dominan ni en su hábitat y reflejan que solo siguen en Primera División con rumbo fijo al descenso. Información Medio TIempo