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Barría y trapeaba para vivir; Julión Álvarez narra con orgullo los oficios que realizó antes de ser famoso

Pocas son las personas que pueden gozar de los beneficios del dinero y la fama desde jóvenes; para muestra, las vicisitudes que experimentó el intérprete de regional mexicano, Julión Álvarez. El cantante narró todo lo que vivió antes de ser uno de los más queridos del norteñobanda.

Muchas personas ven la opulencia de los cantantes de banda o norteño, pero pocos saben que antes de los escenarios, llenar foros y palenques o ganar discos de platino, llevaban una vida normal; común y corriente. Al grado que algunos tuvieron toda clase de oficios.

Precisamente eso fue lo que compartió Julión Álvarez en entrevista con Yordi Rosado, en donde compartió algunos de los momentos más importantes en su vida antes de tener un espacio en la música en México; el hombre fue desde barrendero hasta mesero.

“Trabajé de todo. En Chiapas, cuando me fui a la prepa, empecé a vivir en la casa de un amigo: era una óptica. Yo ahí me dedicaba a sacudir los muebles, barrer y trapear de 2 a 4, a la hora que cerraban la tienda para comer”, narró uno de los exponentes de la música mexicana.

El intérprete de “Terrenal” contó que en un taller donde hacían lentes se dedicó algún tiempo a la limpieza y a hacer entregas a cambio de tener un techo y comida durante la época en la que estudio la preparatoria; pero ese no fue el único momento en el que laboró de esa manera.

Más adelante, al lado de un tío, Álvarez trabajó limpiando cisternas, tinacos e incluso como chofer en una de las empresas familiares. Poco tiempo después se fue a Mazatlán, Sinaloa, donde sus condiciones económicas fueron aún más delicadas durante estos días.

“Luego llegué a Mazatlán y muy cerquita, a media cuadra donde yo vivía, no tenía radio ni televisión e iba a la taquería y me ponía a ver la tele; cuando llegaba por los tacos, me quedaba a ver la tele. Después, mi compa Manuel, el de los tacos, me dijo: ‘Cuando no traigas, no hay pedo’”, compartió.

Julión Álvarez aceptó el trato, a cambio de que le permitieran ser mesero o a lavar los trastes; sin duda el cantante es un ejemplo de superación, pero también de las limitaciones con las que crecen millones de mexicanos y se deben anteponer a sus condiciones. Información Radio Fórmula

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