Por Yuriria Sierra
Más posturas. Más contundencia. Los últimos días hemos dedicado el espacio para hablar de las reacciones al llamado de #UnDíaSinNosotras. Hemos subrayado que el tema no es el paro, sino lo que éste debe generar: políticas públicas para construir un entorno más equitativo y libre de violencia de género.
Días antes de la que anunciada movilización suceda, ya hay dependencias que dan acuse de recibo y trabajan lo que su trinchera les permite.
“Si queremos ser una comunidad, tenemos que ser, en esto sí, intolerantes, no permitirlo, no tolerarlo, no convivir con esto: hostigamiento, acoso, exclusión, abuso. Todo lo que vaya contra la igualdad sustantiva nos ofende también, nos convoca a tomar acciones… “, expresó ayer Marcelo Ebrard durante la firma del pronunciamiento Cero Tolerancia a las Conductas de Hostigamiento y Acoso Sexual. Agregó que quienes deseen sumarse al paro nacional de mujeres del 9 de marzo, lo pueden hacer libremente. Subrayó que en la Secretaría de Relaciones Exteriores reconocen que la protesta es una configuración civil y que no pueden intervenir en las decisiones de las trabajadoras de la dependencia.
En el IMSS, horas antes, hicieron lo propio: en la revisión contractual del 2019 del contrato colectivo de trabajo, se agregaron los conceptos de acoso laboral y acoso sexual. Zoé Robledo reconoció que estas conductas deben ser sancionadas a través de las investigaciones que merecen: “Este que es un periodo de vida que cambia para siempre el carácter de las personas, no debe de tener nunca un solo resquicio de permisividad en temas que tengan que ver con el acoso y el hostigamiento, créanme, no son actos que vayamos a permitir…”, expresó la tarde de este martes.
Pasos necesarios, importantes en la reconfiguración de una administración pública que pone el ejemplo de lo que a partir de esta nueva era debe ocurrir en todo el andamiaje social.
Que lo que hasta hoy eran agresiones, por más sutiles que fueran, impunes, ahora sean actos castigados y plenamente identificables. Pasos necesarios, decimos, pero que deberán ser extensivos al resto de las dependencias y, desde luego, al resto de una sociedad que hoy, más que nunca, está motivada a erradicar estas conductas.
A la par en que estos anuncios se hacían en la SRE y el IMSS, en el Estado de México, alumnas de secundaria, preparatoria y licenciatura, levantaban la voz por el acoso que sufren de parte de sus compañeros y maestros; así como la nula empatía que recibieron de las autoridades cuando denunciaron en un primer momento.
“Siempre han dicho eso de mí, lo que a mí me preocupa… digo, no me preocupa mucho porque, pues soy hombre, como los varones de aquí y ustedes las mujercitas, son mujercitas y la carne es débil, la tentación es grande, decía mi compadre…”, expresó un profesor ante las denuncias de acoso que hicieron varias alumnas. El docente ya fue destituido.
De eso se trata. Del inicio de nuestra reconstrucción social y cultural para dejar atrás el discurso opresivo que lleva años, tantos, al frente. Información Excelsior.com.mx