Por Pascal Beltrán del Rio
Nunca, en toda la historia parlamentaria moderna de México, la sede de la Cámara de Diputados había sufrido de tantos bloqueos como este año. Todo comenzó con los maestros de la CNTE, que sitiaron el Palacio Legislativo en marzo, para evitar que se aprobaran las leyes secundarias de la contrarreforma educativa sin incluir sus exigencias.
El resultado fue que se les recibiera en Palacio Nacional y, al final, se salieran con la suya.
El caso más reciente: las organizaciones campesinas y ganaderas, que provocaron que los diputados no pudiesen sesionar la semana pasada y que tuviesen que irse a trabajar a un Sanborns, dejando el Presupuesto de Egresos del 2020 sin aprobar en el plazo señalado por la Constitución. Ellos también obtuvieron lo que quisieron: 24 mil millones de pesos adicionales para el sector. “Ha sido una jornada muy provechosa y fructífera para todos, hay que celebrarlo”, declaró el líder del bloqueo, quien, paradójicamente, es diputado federal y presidente de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, el morenista Eraclio Rodríguez Gómez, quien también es líder de El Barzón en Chihuahua.
“Es un gran triunfo y una nueva forma que le da la vuelta a la política”, festejó el legislador, en alusión a los resultados del plantón, que el miércoles pasado obligó a varios líderes de la Cámara a salir corriendo y refugiarse en una oficina de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para evitar ser agredidos por los manifestantes.
El camino está trazado. Como el gobierno de la Cuarta Transformación no es “represor”, las organizaciones que tengan suficientes miembros para crear un caos, siempre lograrán su cometido. Claro, es necesario llegar con miles de manifestantes, no cientos. Porque si el número de quienes protestan no impresiona, los van a gasear como les sucedió a los alcaldes frente a Palacio Nacional. Pero si son suficientes y, especialmente, si son violentos, les van a hacer caso. Y si no, que le pregunten a los normalistas, que llevan meses bloqueando las vías del tren en Michoacán o robando camiones y secuestrando a sus conductores, como ha ocurrido en Guerrero, Puebla y el Estado de México, y que han obtenido la instalación de mesas de negociación para discutir sus demandas.
“Se les dará lo justo, ni más ni menos”, advirtió el fin de semana el presidente Andrés Manuel López Obrador, ante las protestas que amenazan con continuar, a partir de que vuelvan a sesionar los diputados tras el puente por la conmemoración de la Revolución Mexicana. “Ahora tenemos un poco de protesta porque está por aprobarse el Presupuesto del próximo año”, comentó el mandatario en gira por Jalisco. “Estaban mal acostumbrados. Antes Hacienda le daba su parte a todo el que pedía (…) Ya no va a ser así”. Pero establecer lo “justo” va a ser el reto, porque ahora son los integrantes de la organización Antorcha Campesina quienes pretenden su tajada del Presupuesto. Esto va a ser muy difícil de parar, pues la justicia cada quien la entiende como quiere.
Buscapiés
*El sábado, en Nayarit, el presidente López Obrador dio a conocer que las pensiones para adultos mayores se entregan de forma diferenciada. “A los mestizos, desde los 68 años; a los indígenas, desde los 65 años”, afirmó. Dado que la autoadscripción es la única manera prevista en las leyes mexicanas y el derecho internacional para formar parte de una comunidad indígena, será imposible negar la pensión a partir de los 65 años para cualquier persona que diga pertenecer a una comunidad indígena.
*Dado que este beneficio es identificado como un derecho, ¿con qué criterio jurídico se diferencia entre unos mexicanos y otros? El artículo 1º de la Carta Magna establece claramente que “queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico (…) o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. La pensión para adultos mayores tendría que otorgarse a todos a partir de la misma edad.Información Excelsior.com.mx