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· Incluye el tratamiento medicamentos, así como hábitos saludables de alimentación, ejercicio y manejo del estrés.
· Se atribuye a un trastorno funcional y a la exageración de la sensibilidad del intestino.
MÉRIDA, Yuc., 08 de septiembre 2021.- El colon irritable o colitis es un padecimiento crónico que suele iniciar en la adolescencia o juventud; aunque con el tratamiento farmacológico se presenta mejoría, la o el paciente puede recaer cuando sufre alteraciones del estado emocional y estrés, por lo que es importante consultar con la o el especialista, así como mantener buenos hábitos alimenticios y de manejo del estado de ánimo, señaló la doctora Flor Rodríguez Melo, coordinadora de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán.
Para el tratamiento es importante explicar a la o el paciente que su enfermedad, al ser crónica, no tiene cura y se atribuye a un trastorno funcional así como a la exageración de la sensibilidad del intestino. Además, tiene un componente emocional y en algún momento presentará recaídas.
Los síntomas principales de la colitis son:
· Dolor abdominal tipo cólico, sobre todo después de comer.
· Distensión e inflamación del vientre, especialmente por debajo del ombligo.
· Alteración de los hábitos intestinales con periodos que pueden alternar de estreñimiento a diarrea sin causa aparente.
· Puede estar acompañada de otros síntomas que no son específicos ni privativos de esta enfermedad, como mal aliento, salivación excesiva, agruras, dificultad o dolor al deglutir, distención y dolor de la parte alta del abdomen.
Para prevenir las recaídas, la especialista del IMSS Yucatán recomendó ingerir suficiente agua, procurar manejar adecuadamente el estrés por medio de las terapias de relajación, no ingerir cantidades excesivas de alimentos y de preferencia dividirlos en cuatro o cinco tomas al día, en lugar de hacer una o dos comidas copiosas.
De igual forma, no tomar bebidas con cafeína o carbonatadas, identificar y evitar los alimentos que producen exceso de gas como embutidos, enlatados, con conservadores o que son demasiado condimentados.
Si predomina el estreñimiento, ingerir fibra a través de frutas y verduras e ir al baño cuantas veces sea necesario. El ejercicio físico regular favorece el tránsito intestinal y los hábitos de defecación, además de ayudar a manejar el estrés, mejorar el estado emocional y la sensación de bienestar general del paciente, explicó Rodríguez Melo.
Por último, se recomienda evitar el uso de laxantes y hacerlo sólo bajo prescripción y vigilancia médica, por lo que al presentar los síntomas mencionados, se debe acudir con su médico familiar para que, en caso de requerirlo, se indique el tratamiento pertinente.
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