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Cae Óscar Parra Aispuro alias ‘El Parra’, presunto líder de la organización criminal dedicada al tráfico de totoaba en la Península de Baja California.
Óscar Parra Aispuro es considerado por las autoridades como el líder de la organización criminal que tiene al borde de la extinción a la vaquita marina.
Era el más buscado en la zona del Alto Golfo de California por autoridades federales y locales que se han desplegado en un operativo especial para tratar de salvar a la vaquita marina.
Las autoridades consideran que también se dedica al narcotráfico y que tiene nexos con el Cártel de Sinaloa. Según fuentes oficiales, el jueves 13 de septiembre a las seis de la mañana, lo agarraron en la carretera de San Felipe a Mexicali.
Aparentemente, la Policía Estatal se detuvo a ayudar a dos coches que estaban parados por una descompostura. Al acercarse, detectó que venían a bordo varios hombres con armas cortas y largas, los puso a disposición de las autoridades y hasta entonces Óscar Parra Aispuro habría sido identificado.
Una de las armas decomisadas a los detenidos es una pistola con chapa de oro y el nombre grabado “Parra”, una muestra de su influencia, riqueza y poder.
Este es el video del momento en el que Óscar Parra, apodado “El Chapo de la Vaquita Marina”, llega a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) en Mexicali, viste una playera gris de rayas. El detenido fue trasladado a la Ciudad de México y la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (Seido) atrajo el caso.
Ahora toca a la Procuraduría General de la República presentar ante un juez el expediente con todas las acusaciones contra Óscar Parra, también apodado “El Patrón”, “Tekle” o “Tekolín”.
Uno de los videos que permitió su ubicación fue presentado en Despierta hace meses, pero fue otro video el que lo volvió objetivo central de la investigación.
Según las indagatorias de la Procuraduría de Baja California, reveladas por Despierta, Parra Aispuro se asomó desde una camioneta para disparar en contra del militar Emmanuel Esaú Saldaña Ramos, desplegado en la comunidad de San Felipe.
San Felipe pertenece al municipio de Mexicali, en Baja California, y es uno de los dos sitios torales de la Operación Vaquita Marina, junto con el Golfo de Santa Clara, que es parte de San Luis Río Colorado, en Sonora. La zona del Alto Golfo de California que está entre estas dos poblaciones es el hábitat de la vaquita marina.
Durante más de un año de extensa investigación, Despierta ha revelado las redes de crimen y corrupción alrededor de la vaquita marina.
En el momento climático del esfuerzo gubernamental por proteger a esta especie fueron desplegados en la zona el Ejército, la Marina, la Gendarmería Ambiental de la Policía Federal, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), la PGR y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Paralelamente, un esfuerzo ambiental comandado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y apoyado por organizaciones no gubernamentales mexicanas y extranjeras, así como académicos y especialistas.
Fuentes de inteligencia de las dependencias de seguridad nacional involucradas en la indagatoria elaboraron el organigrama de una organización criminal que estaría presuntamente encabezada por Óscar Parra Aispuro.
¿En qué consiste su actividad? En traficar buches de totoaba, es decir, vejigas natatorias del enorme pez llamado totoaba.
La pesca de totoaba es ilegal porque las redes que lo atrapan también matan a la vaquita marina.
Según los ambientalistas, este es el motivo principal por el que está en peligro de extinción. Se estima que quedan entre 15 y 20 ejemplares vivos solamente.
Mientras los pescadores legales y honestos guardaron sus redes y embarcaciones por la veda oficial para proteger a la vaquita marina, aun cuando no les pagaban a tiempo las compensaciones económicas y éstas les representaban dificultades económicas, la red de pescadores ilegales siguió saliendo al mar a pescar totoaba.
Un kilo de buche de totoaba se vende en 4 mil dólares en las playas de San Felipe o en el Golfo de Santa Clara, pero se trafica hasta China, donde lo consideran afrodisiaco y símbolo de estatus, y pagan hasta 100 mil dólares por kilo.
Con información de Despierta con Loret
