Caso LeBarón, un nuevo reto…

Por Enrique Aranda

Cuando aún no acaban de acallarse las muchas voces críticas que se levantaron a la vista del fallido y aún insuficientemente aclarado Culiacanazo, mientras se iba acrecentando la percepción de incapacidad e inexperiencia de la autoridad federal responsable de garantizar mínimos de seguridad a la sociedad, el brutal asesinato de una decena de integrantes de una familia mexicano-estadunidense en la frontera entre Chihuahua y Sonora volvió a colocar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, literal, contra las cuerdas…

Y esto no sólo por las confusas circunstancias en que tres mujeres y seis menores, miembros de la familia del activista y líder religioso mormón, Julián LeBarón, fueron privadas de la vida en el marco de un supuesto enfrentamiento entre cárteles, sino, esencialmente, por las graves implicaciones del caso que ayer mismo cimbró al primer nivel de la estructura gubernamental norteamericana que, amén de ofrecer ayuda para aclarar lo ocurrido, llamó a la administración a dejar de lado su ingenua e ineficaz estrategia de seguridad y a declarar, ahora sí, una guerra frontal al crimen organizado.

“Este es el momento para que México, con la ayuda de Estados Unidos (lance) una guerra contra los cárteles de la droga y los borre de la faz de la tierra”, tuiteó en su habitual estilo el impresentable y grotesco Donald Trump. Prácticamente de inmediato recibió puntual respuesta del tabasqueño que, palabras más o menos, agradeció la oferta de (un) apoyo (que ciertamente pondría en entredicho la soberanía) y ofreció avanzar en la investigación del crimen y hacer justicia para, luego, reiterar que la guerra no forma parte de sus convicciones pues “es sinónimo de irracionalidad. Nosotros –dijo– estamos por la paz y ésa es una característica de este gobierno”.

Al margen, lo cierto es que prácticamente desde el momento mismo en que se conocieron los primeros reportes sobre el crimen, la embajada estadunidense, liderada ahora por Christopher Landau, se involucró en las pesquisas y asumió, desde su particular posición diplomática, la responsabilidad de llevar a término las mismas –“en tiempo récord, se entiende…”– en razón de la binacionalidad de las víctimas y, obvio, las circunstancias en que se dieron los hechos.

Un nuevo incidente éste que exhibe la ineficaz estrategia “pacifista” del régimen y abre un nuevo frente que, guste o no, abona a la percepción de inseguridad y desconfianza que incide de igual manera en el comportamiento de la economía como en la sensación de ingobernabilidad. Lamentable…

Asteriscos

*En medio del debate sobre su eventual regulación, en el marco del Congreso Cannabi Salud 2019, el dirigente de los empresarios del sector, Guillermo Nieto, insistió en las bondades de la explotación del cáñamo que, dijo, no es una droga, aunque provenga de la planta del cannabis, y podría ser un instrumento útil en el combate de la pobreza extrema…

*En el marco de los festejos por el 88 aniversario de su creación, socios y directivos de la cooperativa Cruz Azul celebraron por todo lo alto y, en lo que parece ser una nueva etapa, contrastaron la alegría de Guillermo Álvarez con la ausencia de Víctor Garcés, quien se había apoderado ilegalmente de la dirección y ahora no aparece, evidenciando que el conflicto interno concluyó.

Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx