Por Francisco Garfias
El controvertido “decretazo” que declara las obras públicas como tema de seguridad nacional no sólo asesta un golpe a la transparencia, sino que es un cheque en blanco para la corrupción, según legisladores y especialistas en la materia.
La medida permite dispensa de trámites a las obras. Éstas podrán adjudicarse directamente, sin licitación. Los permisos de impacto ambiental se otorgarán sin revisar si hay daño ecológico. La información sobre contratos, costos, adquisiciones para las obras queda reservada, con lo que eso implica en materia de opacidad. Ya de por sí el manejo de las cuentas públicas constituye una de las zonas más turbias de la 4T. De acuerdo con Mexicanos en Lucha contra la Corrupción y la Impunidad, 80.6% del total de contratos del gobierno se realizó por adjudicación directa en el primer semestre de 2021.
* La condena al “Decretazo” se generalizó. Sólo los morenos y satélites aprobaron el albazo del Presidente. El diputado del PAN Héctor Téllez, secretario de la Comisión de Presupuesto, nos dijo: “Queda al descubierto que esta administración le apuesta a la corrupción y a las obras a modo. Tal y como lo mencionó el diario británico Financial Times, AMLO no ha logrado superar el discurso para pasar a los hechos en un tema emblemático de su gobierno: la lucha contra la corrupción.”
* La medida se puede controvertir en la SCJN, pero sólo las mesas directivas de las cámaras y el Inai –le pega directamente a la transparencia– tienen esa facultad.
De entrada descartamos la primera opción. Las mesas directivas están controladas por Morena. Queda el Inai. Este órgano autónomo, encargado de la transparencia, prepara la controversia constitucional. La subirán al Pleno la semana que entra. En un comunicado difundido ayer, el INAI explica:
“Se decidió ejercer este control constitucional para evitar que las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal reserven, por seguridad nacional, de manera anticipada y generalizada, información relacionada con proyectos y obras que el gobierno lleva a cabo.”
* El Presidente minimizó los riesgos de opacidad derivados del decreto. Dice que es un acuerdo para agilizar trámites y que las obras no se detengan por trámites burocráticos.
“No tiene nada que ver con la transparencia”, aseguró.
Puso como ejemplo el Aeropuerto Felipe Ángeles. Entre risas recordó que faltan como 120 días para terminarlo.
Preguntó en tono mordaz: ¿qué tal si a Claudio X. González y a su hijo, junto con el exministro Cossío, se les ocurre que hay que meter un amparo para detener la obra porque está muy lejos el aeropuerto?
* AMLO es una caja de sorpresas. Resulta que el exsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, siempre no va como gobernador del Banco de México. Desde agosto, el Presidente retiró la propuesta de hacerlo sucesor de Alejandro Díaz de León, según Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena.
El propio Herrera se enteró de que lo habían bajado apenas la semana pasada. Puso un tuit que dice: “Quisiera confirmar que efectivamente el Presidente me informó hace una semana que había decidido reconsiderar mi nombramiento al frente del Banco de México”. En los corrillos del Senado escuchamos la versión de que a Herrera lo bajaron porque no la lleva con su sucesor en la SHCP, Rogelio Ramírez de la O. Preguntamos en la ventanilla adecuada la veracidad de la versión. Sólo nos dijeron: “Por ahí va…”.
¿Quién llegará? Se menciona a Lucía Buenrostro, hermana de la jefa del SAT, quien califica de “dogma” la autonomía del Banco de México. El expresidente Felipe Calderón hizo eco del rumor y advirtió, en Twitter, que si el rumor se confirma “será el fin de la autonomía de un banco central y el inicio de un banco emisor de billetes y generador de alta inflación.”
* Las preguntas se multiplicaron en el sector financiero: ¿si la propuesta se retiró desde agosto porque se sabe hasta ahora? ¿Herrera no garantizaba genuflexión frente a Palacio?
Una fuente, otrora vinculada con la SHCP, nos dijo:
“No hay cosa peor para la estabilidad que la incertidumbre y México la muestra justo en el momento en que Biden ratifica a su banquero central: el presidente de la Fed, Jerome Powell. “Los mercados ya habían descontado que Herrera sería el gobernador del Banxico. Es desconcertante que al cuarto para las 12 se cambie de señal. Más lo es la ausencia del secretario de Hacienda”.
La principal preocupación financiera en estos momentos es la inflación y que el Banco Central se encargue de controlarla. Este año rondará 7 por ciento, la más alta desde 1998.
* Nos escribe Tonatiuh Guillén para aclarar que saluda y respeta la formación del Frente Cívico Nacional, pero que no forma parte de ese grupo. Información Excelsior.com.mx