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“Uy, qué miedo”… dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador ante la Consulta promovida por Estados Unidos (y a la que ya se sumó Canadá) sobre las políticas energéticas de México.
El mandatario federal minimizó el asunto e incluso, de manera irónica, usó una canción de su paisano Chico Che para demostrar que es un tema que no le preocupa… y se equivoca.
En caso de que el Gobierno mexicano no logre una negociación adecuada con Canadá y Estados Unidos podría ser el principio del fin del T-MEC. No sólo eso, sino es probable que nuestros dos vecinos del norte nos impongan aranceles y otras sanciones que golpeen nuestra muy maltrecha economía,
Como dato, hay que recordar que durante los primeros meses del año el 84.04 de las exportaciones nacionales han sido para esos dos países norteamericanos.
Ergo, si para sancionar a México deciden imponer aranceles a productos básicos de exportación los resultados serían desastrosos para la economía nacional. Por lo tanto, sería un gran golpe para los bolsillos de las y los mexicanos.
Un sismo económico que sacudiría los hogares del país.
El presidente no debe minimizar este asunto ni burlarse. El futuro de nuestra nación, que de por sí es penumbroso, podría ponerse peor.
Es cierto que debe defenderse la soberanía energética del país y apoyarse el rescate de Pemex y CFE, pero también hay que saber negociar, ceder en unos puntos, exigir en otros, porque el mundo ya cambió.
El mundo ya no es el mismo que el de tiempos de Chico Ché.
Información Radio Fórmula