La falta de apetito sexual puede tener su origen en la kisspeptina, una hormona descubierta hace menos de 25 años, conocida como “la maestra reguladora de la reproducción”.
Esta hormona controla la producción de espermatozoides como de ovarios y puede tener un fuerte impacto en nuestro estado anímico.
La kisspeptina es secretada en el hipotálamo y en la placenta; sus receptores se encuentran repartidos por todo el cuerpo y está codificada por el gen ‘Kiss1’, que juega un papel importante en la supresión de la metástasis del cáncer de mama y el melanoma en seres humanos.
La revista especializada Journal of Clinical Investigation Insight, publicó un estudio realizado por científicos del Imperial College de Londres, quienes descubrieron que esta hormona puede potenciar algunos circuitos de nuestro cerebro asociados al comportamiento sexual y a nuestro estado de ánimo.
El investigador y profesor de Medicina en el Imperial College y líder del estudio, Waljit Dhillo, destacó que este hallazgo abre la posibilidad de tratar la depresión desde un punto de vista distinto.
Con información de BBC