Por: Enrique Aranda
Apenas al concluir el cómputo de los comicios en Nayarit, Veracruz, Coahuila y el Estado de México al cierre del jueves, salieron a la vista los positivos resultados —“mejores de lo esperado, sin duda”— obtenidos; cinco miembros del gabinete presidencial, presumiblemente, habrían recibido señales, lo que eso signifique, en el sentido de que, “con prudencia y sin exageraciones…” podían comenzar a moverse en busca de un mejor posicionamiento de cara a la inminente XXII Asamblea Nacional del tricolor.
Miguel Ángel Osorio Chong de Gobernación, José Narro Robles de Salud, Aurelio Nuño Mayer de Educación Pública, Enrique de la Madrid Cordero de Turismo, y hasta el no priista José Antonio Meade Kuribreña de Hacienda, según las fuentes, serían los destinatarios del mensaje surgido del más alto nivel del gobierno que, adicionalmente, habría incluido un primer apunte sobre el objetivo del citado encuentro partidista donde, amén de intentar sentar las bases de la plataforma electoral 2018, se prevé que el jefe del Ejecutivo enfrente a quienes, al interior del Partido Revolucionario Institucional, busquen arrebatarle o compartir con él, al menos, la mecánica de selección de quien habrá de representarles en las próximas presidenciales.
Hablamos de una “primera señal”, se explica, orientada más a erradicar de la opinión pública la generalizada percepción de que el Partido Revolucionario Institucional carece de una plantilla de aspirantes competitivos, capaces de imponerse en el proceso sucesorio del presidente Enrique Peña Nieto que, en los hechos, dé una autorización para que quien así lo desee, de entre los mencionados se entiende, emprenda (de manera pública y formal) lo que sería su precampaña en busca de la nominación del oficialismo…que, aceptemos, al menos, en lo que al método se refiere, sigue “absolutamente en el aire”.
Esto último es cierto; sin embargo, es menester apuntar el riesgo (siempre existente) de que, de concretarse la intencionada filtración, ninguno de los mencionados, y mucho menos quienes les rodean, podrán contener un eventual desbordamiento de la autopromoción a que se les estaría orillando en virtud de que, se quiera o no, es mucho lo que está en juego y muchas, también, las posibilidades (estrategias, alianzas, etcétera) que todos y cada uno de ellos tiene, literalmente a la mano, para avanzar más que los otros.
Habrá, pues que estar atentos para detectar cuánto movimiento y/o acciones concretas realicen los secretarios citados, o sus afines con miras a consolidar/ampliar su actual posicionamiento frente a la militancia tricolor y la población en general e, igualmente, la eventual respuesta que aquellos reciban de parte de la cúpula partidista y/o, directamente, del jefe del Ejecutivo que, huelga decir, está más que claro que su administración entró ya en la etapa de las definiciones… la más complicada y demandante en todos los sentidos, sin duda, de los seis años.
ASTERISCOS
* A todas luces positiva, y esperanzadora según algunos, la respuesta que en un primer encuentro con autoridades hacendarias, recibió el recién designado secretario ejecutivo del Sistema Nacional Anticorrupción, Ricardo Salgado Perrilliat que, de manera oficial, confirmó que “a la brevedad”, comenzarán a fluir los recursos presupuestales necesarios —algo más de 200 millones de pesos en lo que resta del año— para implementar el mecanismo de combate a la corrupción.
* Contra todos los pronósticos y buenos deseos expresados por algunos en el sentido de que el Partido Acción Nacional “llegará unido, sin fracturas…” al 2018, lo cierto es que la puja por la nominación blanquiazul tiende a complicarse al paso de los días como resultado, valga insistir, de la falta de decisión de Ricardo Anaya, que insiste en jugar a ser juez y parte, como denuncian Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle.
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx