El cineasta de origen guatemalteco, Eduardo Spiegler, falleció la noche del miércoles durante una protesta en Managua mientras manifestantes derribaban un “árbol de la vida”, conocido símbolo del Gobierno de Daniel Ortega, en Nicaragua.
La cineasta Gloria Carrión, amiga de Spiegler, confirmó la noticia, que también fue publicada en el portal gubernamental “El 19 Digital”.
Según testigos, Spiegler filmaba el momento en que cientos de manifestantes antigubernamentales intentaban derribar el árbol de hierro de 17 metros de altura y nueve toneladas de peso, el cual le cayó encima.
Reunidos en el Centro Modero de Managua, centenares de personas utilizaron una máquina de soldar para quemar los tornillos, una sierra metálica de mano y cuerdas gruesas para echar abajo la estructura, la décimo sexta que derriban desde que estalló la crisis hace casi un mes.
En esos momentos de euforia, en los que la gente estaba centrada en grabar este momento histórico, el cineasta murió al quedar debajo de este esqueleto metálico, que forma parte de un “bosque” que empezó a “brotar” a mediados de 2013, en puntos estratégicos de Nicaragua y que ahora son unos 140 en todo el país.
En los primeros instantes, las personas desconocían que alguien estuviera atrapado y se subieron encima del árbol, como de forma habitual, para gritar consignas contra el Gobierno, hasta que un grupo avisó de lo que sucedía, la gente se retiró y empezó a levantar a pulso la armazón para sacar a la víctima.
Las caras largas y anestesiadas, tras conocer el desenlace se reprodujeron entre los presentes al saber lo que había pasado con esta persona, que fue identificada por el Hospital Vivian Pellas como el cineasta guatemalteco, Eduardo Spiegler, de 30 años de edad.
Según el parte médico, el hombre falleció “de un trauma craneoencefálico, con explosión de masa cefálica, desprendimiento de extremidad inferior y politraumatismos”.
Los “arbolatas”, como se les llama popularmente, fueron instalados en 2013 por la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa de Ortega, en distintas zonas del país, con un costo de 3.3 millones de dólares.
De formas estilizadas, multicolores e iluminadas, estos árboles, de unos 25 mil dólares cada uno, están asociados con el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional y existen por iniciativa de la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo.
Ahora, han sido objeto de la ira de los manifestantes que desde que estalló la crisis hace 29 días derribaron y quemaron hasta 18, con el fin de protestar contra el Gobierno, aunque hoy se cobró la vida de una persona.
Las enormes decoraciones se han instalado cerca de monumentos históricos con especial significado político para el partido gobernante, como a la sombra de la figura del héroe nicaragüense Augusto C. Sandino.
No muy lejos de ahí también se erigió un árbol con la imagen del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, uno de los líderes más cercanos a Ortega y Murillo y benefactor económico del país centroamericano.
Nicaragua espera que el diálogo nacional, que se retomará el próximo viernes, ponga fin a una crisis causada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra de Ortega, que ha cobrado entre 58 y 65 muertes en 29 días.Información Noticieros Televisa