Por Joaquín López-Dóriga
Se juzgan las conductas, no a las personas. Florestán
Ciro Gómez Leyva volvió a incendiar la mañana de ayer, noticiosamente hablando, claro, cuando le sacó a Silvano Aureoles que Morena es un narcopartido, que la elección del 6 de junio en Michoacán debe anularse porque representa el regreso del crimen organizado a Palacio de Gobierno, que el gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla, representa los intereses de esa delincuencia y que Morena ganó 13 de los 14 municipios que controla (sic) el narcotráfico.
A esto respondió Ramírez Bedolla, quien negó todo. Lo que él quiere es un pacto de impunidad, pero no vamos a pactar, aquí se va a aplicar la ley, se harán las investigaciones con la Fiscalía General de la República, la Unidad e Inteligencia Financiera, la Auditoría Superior de la Federación y si se encuentra algo, tendrá que responder de eso y de los desfalcos que se puedan encontrar, le advirtió.
Por su parte, Mario Delgado negó que Morena sea un narcopartido y dijo que esa afirmación es una cortina de humo, faltaba más, de sus desfalcos y sentenció: Lo más probable es que Aureoles termine en la cárcel.
Por la mañana, el gobernador michoacano que acusaba había dicho que no tenía temor de ir a prisión.
En fin que, le decía, Ciro cimbró la mañana de ayer de cara a una elección que podría terminar con el gobernador saliente en la cárcel, como ocurrió en el pasado reciente con priistas ahí en Michoacán, en Veracruz, Quintana Roo, Coahuila, Tabasco, Chihuahua y Tamaulipas, repetidamente, y panistas como en Sonora.
El 1 de octubre inicia el proceso. Aureoles mueve.
RETALES
1. SEÑAL. Hay que tomar como una señal el que López Obrador, antes de que la fiscalía capitalina haya terminado su investigación sobre el colapso de la Línea 12, recibiera en privado el martes a Carlos Slim y reconociera en público, ayer, su disposición a rehabilitar el tramo sin recurrir a juzgados ni pedir dinero público y que lo respete como Presidente. Otros, con menos dinero, creen que el Presidente es su pelele. No se puede ningunear al Presidente de México, dijo;
2. AUSENCIA. La última vez que se supo de Florencia Serranía, quien es solo la directora del Metro, fue la mañana del martes 4 de mayo, al día siguiente de la tragedia, en una conferencia de Claudia Sheinbaum. Desde entonces la guardaron. Ayer se dijo, sin que se confirmara oficialmente, que la habían bajado del Metro para subir a Guillermo Calderón Aguilera. Todo en su momento, dijo la jefa de Gobierno; y
3. LOTERÍA. El Presidente se la volvió a partir a los billeteros al anunciar que cancela el sortero magno del 15 de septiembre con el de Navidad, el más importante, para rifar bienes y males decomisados al crimen organizado, destacando una casa en el Pedregal del Señor de los Cielos y un palco en el Estadio Azteca.
Nos vemos mañana, pero en privado
Joaquín López-Dóriga
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Información Radio Fórmula