Por Yuriria Sierra
Un grupo capaz de lanzar amenazas que, casi siempre, se convierten en operativos reales de extorsión. Un modus operandi transexenal, sin importar el partido de origen de quien ocupa la Presidencia. Es la mejor característica para describir a la CNTE.
Su alcance es tan potente, que incluso se dan el lujo de lanzar una “alerta máxima”, que habrá de entenderse como la advertencia de que en el momento que deseen, volverán a bloquear lo que se les ocurra: los accesos a la Cámara de Diputados, una autopista, vías férreas, el aeropuerto, con tal de obtener lo que se les antoje.
Y en ese nivel de alarma, nos dicen, estamos ahora. Mientras los diputados aseguran que el retiro del plantón que el magisterio disidente levantó el miércoles frente a San Lázaro es un triunfo del diálogo —así lo calificó Porfirio Muñoz Ledo—, nada quita el amarguísimo sabor que deja ver cómo, otra vez, la CNTE consiguió lo que quería.
Tal vez no se destruyó el dictamen que habrían de discutir legisladores, pero hoy viernes 22 de marzo, no hay una reforma educativa aprobada, como lo prometió Mario Delgado a inicio de semana. Sólo tenemos el anuncio de que la CNTE participará en el diseño de las leyes secundarías de la Reforma Educativa. Y, también, la amenaza de que, si algo no les gusta, volverán a extorsionar.
Y este acuerdo se dio tras varias horas de reunión entre integrantes de la Coordinadora y el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; encuentro anunciado horas antes, en la conferencia de Andrés Manuel López Obrador: “La instrucción del señor Presidente esta mañana fue muy bien vista por ellos —integrantes de la CNTE— en el sentido de que el diálogo permanente es la forma de construir el futuro de la educación de México. Hemos estado varias horas intercambiando puntos de vista, conversando, avanzando.
Creo que este diálogo permanente es lo que nos va a ayudar a tener la mejor reforma constitucional, sino después a tener las mejores leyes secundarias siempre con la participación de los maestros y maestras…”, aseguró el titular de la SEP, ayer por la tardenoche.
Los diputados no volverán a sesionar sino hasta el martes, como lo informó el presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro. Y aunque pudieran hacerlo antes, no hay manera de que la Reforma Educativa sea discutida sin la aprobación de la Coordinadora. Ya nos lo confirmaron hoy.
No habrá dictamen que revisar, hasta que este magisterio le ponga diez a cada punto y coma de lo que se escriba en las leyes secundarias. Específicamente, a los apartados que hablen del control de plazas, su más preciado tesoro.
La CNTE no quiere que nadie más que ellos decida quiénes formarán parte de su escudería de maestros, sin importar la preparación ni las capacidades; porque con ello oxigenan su modus operandi, ése que mucho tiene que ver con la extorsión: paga tanto para una plaza, paga tanto para conservarla.
Es el cuento que hemos visto una y otra vez. Hoy, por lo pronto, estamos bajo su alerta. Del Estado depende que no suba de nivel. Ya veremos qué están dispuestos a dar a quienes en campaña fueron sus “aliados”. Información Excelsior.com.mx