Una ola de protestas sociales se vive desde principios de octubre en diferentes países de América Latina.
El primer país fue Ecuador, donde se vivieron fuertes protestas a raíz del aumento del precio de los combustibles.
Le siguió Chile, donde las detonó el incremento a la tarifa del metro de Santiago.
En Bolivia, las acusaciones de corrupción luego de las elecciones del 20 de octubre que llevaron a la dimisión de Evo Morales.
Y este jueves en Colombia, la primera gran manifestación contra el gobierno de Iván Duque por su política económica.
En Bolivia, la llamada “marcha de los ataúdes”, que se movilizó desde el alto hacia la paz, fue dispersada por la policía con gases lacrimógenos.
Los manifestantes cargaban cinco féretros de las personas que murieron el martes pasado durante el desalojo de una protesta en la planta de gas de senkata, y que el gobierno de la presidenta interina, Jeanine Añez, aseguró que formaban parte de grupos armados.
En ese evento hubo ocho muertos. Desde que asumió la sustituta de evo morales, el 12 de noviembre, han muerto al menos 32 personas y no hay día sin protestas.
En Colombia, más de 200 mil personas salieron a las calles de las principales ciudades, durante la mega movilización y paro nacional, convocado por centrales obreras, en protesta contra la política económica y social del presidente Iván Duque.
Es la primera protesta masiva en su contra desde que asumió, en agosto de 2018. Fue detonada por recientes alzas de precios en combustibles y productos básicos, reformas en el sistema de pensiones, y la violencia en contra de líderes sindicales y sociales.
486 han sido asesinados entre el 1 de enero de 2016 y el 17 de mayo de 2019.
Y que algunos manifestantes limpiaron pintas hechas por presuntos infiltrados, se registraron hechos de vandalismo, autobuses del transmilenio quemados, saqueos y agresiones a manifestantes por parte de elementos del escuadrón móvil antidisturbios. Esto ocurrió en Bogotá.
En Bogotá, hubo cacerolazos y en Cali se decretó el toque de queda.
Mientras que, en Chile, que cumple 33 días de protestas diarias, el gobierno de Sebastián Piñera rechazó el informe de Amnistía Internacional que señaló que desde el pasado 18 de octubre, carabineros y militares de ese país han llevado a cabo ataques “generalizados” contra manifestantes con la intención de “castigarlos y dañarlos”.
El gobierno sostuvo que estas acciones son para proteger el orden público.
El informe se da en medio de la polémica sobre el uso de balines por parte de las fuerzas policiales y que han dejado traumas oculares en más de 220 personas en todo el país.
“Sentí primero que nada una luz y como que no me dejaba ver nada. Yo dije al tiro perdí el ojo”, comentó el estudiante de gastronomía, Sebastián Gaete, paciente con trauma ocular.
Con información de En Punto.