Por Enrique Aranda
Afortunada coincidencia que, cuando la libertad de expresión parece estar, literal, “bajo fuego…”, inicien aquí los trabajos de la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (Colpin 2019), con la participación de profesionales provenientes de 25 países de la región conscientes de la importancia que para la preservación y libre ejercicio de los derechos en una democracia tiene el ejercicio de los profesionales de la comunicación.
Ubicado en la posición 144 entre las 180 naciones consideradas en la Clasificación Mundial de Libertad de Expresión elaborado anualmente por la organización Reporteros sin Fronteras y en la nada honrosa posición de liderazgo entre los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo -con una docena de asesinatos en los últimos doce meses-, México parece urgido de avanzar en la cancelación de cuanta amenaza pudiera existir para el ejercicio del derecho citado.
Por ello es que los trabajos inaugurados ayer en las instalaciones del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), que preside Francisco Javier Acuña, bajo la coordinación de la comisionada Blanca Lilia Ibarra, constituyen una oportunidad inmejorable para ahondar en la realidad prevaleciente en materia de libertad de expresión y en la definición de alternativas que a futuro garanticen una abierta, fluida y respetuosa relación entre medios y periodistas con las distintas instancias de poder que, finalmente, redunde en beneficios para la sociedad y las instituciones.
Una relación, digamos, sustentada en principios irrenunciables y el compromiso de todos de hacerlos valer, con el único y exclusivo propósito de dejar a salvo el irrenunciable derecho (humano) a la libre manifestación de ideas y/o posicionamientos que hoy parecen amenazados y, claro, preservar y fortalecer el régimen democrático y de respeto a las libertades, el entramado social construido, de manera destacada, en las últimas décadas…
Avanzar por esta ruta, entonces, insistamos, parece no sólo necesario, sino también urgente si de garantizar mínimos de bienestar y convivencia social armónica hablamos.
Asteriscos
*Sustentada, la crítica que al programa “estrella” oficial -Jóvenes Construyendo el Futuro- hiciera el mandamás del panismo capitalino, Andrés Atayde, al destacar que “si bien nació como una opción para atender una problemática real (a llamados ninis), ha sido un fracaso total…(además que) existen muchas irregularidades en su funcionamiento y operación financiera”.
*Importante que, frente a las difíciles circunstancias prevalecientes en materia de seguridad a ambos lados de la frontera común, los gobernadores de Sonora (México) y Arizona (EU), Claudia Pavlovich y Doug Ducey, respetuosamente reafirmen el compromiso de mantenerse unidos y en estrecha colaboración para enfrentar juntos el fenómeno y garantizar mínimos de paz a la población…
*Ahora que tras la difusión de la conversación protagonizada por la titular de Gobernación en Baja California, quien parece hoy estar a punto de perder su (aún) nuevo empleo no es otro que Juan Guízar, coordinador de Comunicación, a quien señalan por no haber sabido operar la crisis detonada y, claro, por no avisar que estaba realizando una transmisión vía Facebook Live…
Veámonos el domingo, con otro asunto De Naturaleza Política. Información Excelsior.com.mx