Un conductor de Uber en la Reino Unido perdió la vida en soledad, luego de que fuera echado de su casa por sus vecinos quienes temían que fuera portador de Covid-19.
El hombre identificado como Rajesh de 44 años, trabajaba como conductor de la aplicación de transporte durante la mayor parte del año en la capital de Reino Unido.
«Había estado viviendo en Londres de forma intermitente durante 22 años, y volvía a India durante varios meses seguidos», dice Mary, esposa de Rajesh quien vive en el sur de Bangalore junto a sus dos hijos de seis y cuatro años, y la madre de su marido.
Rajesh y su familia tenían planes de ahorrar dinero y con ello poder trasladar a todos al país euopeo. Diariamente celebraban videoconferencias en donde se ponían al tanto de la situación que se vivía en el país por la emergencia sanitaria.
El conductor trataba de tranquilizar a su mujer y le señalaba que aunque se reportaran algunos brotes él continuaría trabajando para poder pagar el préstamos que había adquirido para la renta de un departamento más grande para la familia.
Luego de que el 23 de marzo el primer ministro, Boris Johnson anunciara un cierre nacional que duraría inicialmente tres semanas, Rajesh continuó trabajando, pero rápidamente desarrolló síntomas parecidos a la gripe y tuvo que dejar de hacerlo.
Sus síntomas empeoraron mucho y acudió al hospital donde fue ingresado con deshidratación, al realizarle la prueba de coronavirus dio positivo, pero el personal médico le dijo que se fuera a casa, se aislara y que volviera si sus síntomas empeoraban.
Al volver a su hogar, el propietario del departamento ya había cambiado la cerradura de la vivienda y le negó el acceso a Rajesh.
El propietario no sabía sobre su diagnóstico positivo, pero le dijo que, como conductor de Uber, podría traer el coronavirus a la casa, y que no era un riesgo que estuviera dispuesto a correr.
Sin otro lugar adonde ir, Rajesh se vio obligado a dormir en su automóvil durante varias noches.
«No tenía comida, absolutamente nada que comer», dice Mary.
Tras varios días buscando un nuevo lugar para quedarse, Rajesh alquiló una habitación en Harrow donde el nuevo propietario le hizo pagar por adelantado £4.000 (unos US$5.000), para lo que tuvo que volver a pedir prestado.
Para no arriesgarse a ser desalojado nuevamente, el hombre se escondió y evitó el contacto con su nuevo propietario y todos los demás inquilinos, sin siquiera atreverse a cocinar.
Su salud empeoró con los días y tras llamar a su esposa, le indicó que iría al hospital pues no podía respirar y sentía sofocación.
En el Hospital Northwick Park de Londres, le diagnosticaron neumonía
«A la mañana siguiente me llamó desde el hospital. Era una videollamada, y cuando los niños lo vieron comenzaron a llorar por lo enfermo que estaba. Apagó su video y me dijo que no quería que lo recordaran tan mal«, señala Mary. Información pacozea