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Bajo la proclama de “Piso parejo”, el Gobierno de la Ciudad de México anunció que los conductores de Uber, Cabify y DiDi, entre otras aplicaciones de transporte privado, tendrán que tramitar el mismo tipo de licencia que corresponde a los taxistas.
Andrés Lajous, titular de la Secretaría de Movilidad de la CDMX, dijo que tanto taxistas como operadores de servicios privados deben estar sujetos a las mismas regulaciones. Los conductores de las plataformas digitales tendrán hasta noviembre para tramitar de manera gratuita la nueva licencia tipo E-1; lo único que se requiere para tramitarla es la licencia tipo A.
La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, también señaló que las empresas tendrán la obligación de pagar revista de los coches a su servicio:
Queremos poner orden y piso parejo. Estas empresas son las que mayores recursos a nivel internacional tienen y lo que se busca es que los choferes no paguen la revista de los vehículos sino la empresa es la que tiene que pagar. No es un tema recaudatorio lo que se busca es que haya piso parejo y orden.
Además de la licencia tipo E-1, otros cambios al Reglamento de la Ley de Movilidad -mismos que fueron publicados en la Gaceta Oficial- establecen que los conductores de servicios privados ya no podrán aceptar pagos en efectivo, y sus vehículos tendrán que tener un costo de factura de origen de al menos 250 mil pesos, así como una antigüedad de no más de diez años.
Ante estas medidas, las Empresas de Redes de Transporte (ERTs) -colectivo que agrupa a Uber, Cabify, Bolt, Laudrive, Beat y DiDi- expresaron su intranquilidad al no ser consultados por los funcionarios capitalinos:
Hacemos un llamado a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y al secretario de Movilidad a que nos incluyan en la construcción de esta nueva regulación, por medio de un diálogo abierto y participativo en donde estemos representados tanto las plataformas de movilidad, como los conductores, pasajeros, asociaciones civiles y autoridades.
Las ERTs aseguran que estas medidas adoptadas de manera unilateral por el gobierno afectarán a los consumidores que buscan opciones seguras y económicas de movilidad en la Ciudad de México, ya que crean “una serie de barreras de entrada” para los conductores interesados en brindar este servicio.
Con información adicional de El Financiero y El Universal.
