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Se quiso mudar, pero siguió a Ixtab…
Samahil, Yuc., 6 de julio.- Un joven de apenas 18 años de edad lamentablemente escapó por la puerta facil, y según expresó horas antes a su mamá, estaba cansado del encierro por la contigencia y quería regresar a su lugar donde vivían antes, que era Calkiní, Campeche.
Esta tragedia ocurrio la madrugada de este martes en una casa que tienen rentado de la calle 24 entre 19 y 21 del centro de este municipio.
En el cual Alejandro Moo Carrillo, luego de platicar anoche con su madre identificada como Mayra Couoh antes de ir a acostarse le dijo que quería regresar a Calkiní y que estaba cansado del encierro por el coronavirus. Incluso se supo que el chaval había estado inquieto en los últimos días, pues insistía en retornar a Calkiní, Campeche, de donde son originarios, pero por motivos de trabajo de progenitora, que es maestra, tenían que residir en Samahil. Asimismo Ale empezo a empacar su ropa y guardarla, a lo cual no le dio importancia, y se acostaron a dormir en la casa donde vivían ambos.
Fue entonces que alrededor de la 1:30 de la madrugada de hoy, la mujer se levantó y fue acecharlo a su cuarto. Al principio se llevó una mala impresión al ver que la hamaca estaba descolgada. Por lo que al ir al baño alcanzo a acechar por una de las ventanas, llevándose así una desagradable escena, pues Alejandro estaba atado con uno de los brazos de la hamaca. Al querer abrir para rescatar a su vástago, no pudo, y tuvo que salir a la calle para clamar ayuda a los vecinos.
Los mismos colonos tuvieron que romper el pasador junto con la puerta. Sin embargo ya era demasiado tarde, el muchacho al recostarlo en el piso del cuarto, ya no contaba con signos vitales. Asimismo arribaron agentes de la Policía Municipal, por si se requería la intervención de paramédicos, pero era en vano, no le quedó de otra a los uniformados acordonar el área y dar parte a las autoridades estatales.
Rato después arribaron personal de la FGE, y del Servicio Médico Forense para las diligencias de rigor.
Cabe señalar que la docente Mayra y Alejandro llegaron a vivir a Samahil, hace unos 6 años. A lo largo de ese lapso, Ale era un chico pacífico, sin ningún vicio; hasta tuvo varios amigos durante su estancia y como estudiante en este pueblo, por lo que no se explican cual fue la causa para tomar esta fatal decisión.
