Consejos nutricionales para toda la familia
Por Marien Garza, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition
La última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT, 2016) elaborada por la Secretaría de Salud (SSA) reveló información importante acerca del consumo de alimentos recomendables y no recomendables en la población mexicana. Los resultados obtenidos muestran que, menos del 50% de los encuestados, consumió verduras diariamente; y que alrededor del 20% de la ciudadanía, no acostumbra a beber agua natural durante cada tiempo de comida[1].
En promedio, los mexicanos consumimos tres porciones de frutas y verduras a la semana, en lugar de las cinco porciones recomendadas al día por la SSA y las guías dietéticas internacionales[2].
Hoy en día, sabemos que las cifras de mala nutrición por excesos y deficiencias no son alentadoras para la población mexicana. Debido a esto, te compartiré algunas recomendaciones para lograr cambios positivos en tu dieta diaria y la de toda tu familia:
Inicia tu día con un desayuno completo y saludable. El desayuno permite iniciar el día con energía y una buena carga de nutrimentos para el cuerpo. Un desayuno equilibrado debe combinar carbohidratos y proteínas de buena calidad. Los carbohidratos le dan energía al cuerpo y, sobre todo, al cerebro; mientras que la proteína, ayuda a sentirte satisfecho hasta el siguiente tiempo de comida.
Incluir a la familia en la selección y preparación de alimentos. Involucrar a los niños en tareas relacionadas al consumo de alimentos propiciará que tengan una mayor adherencia a adoptar hábitos saludables. Los niños pueden apoyar en tareas sencillas como la preparación de ensaladas, la compra de frutas y verduras o la realización de recetas caseras. Está demostrado que aquellos niños que ayudan a cocinar en su casa, tienen más probabilidad de aceptación a comer opciones que incluyan alimentos saludables, tales como las frutas y las verduras[3].
Comer en familia con la mayor frecuencia posible. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la nutrición se define como “un fenómeno biológico, psicológico y social”. La convivencia durante la comida dota de armonía y felicidad a la familia, logrando hacer de este, un momento de relajación. La familia debe tomarse el tiempo para comer y masticar lentamente, ya que esto ayuda a procesar los alimentos y, con ello, mejora la digestión. La salud mental y física van de la mano de una dieta correcta.
Aplicar el concepto de “alimentación consciente” para toda la familia. La alimentación consciente es una práctica que contempla las emociones y la toma de decisiones del ser humano al momento de nutrirse. Una gran manera de involucrar a la familia en buenas prácticas de alimentación es aplicar principios armónicos, es decir, que tus pensamientos, emociones y acciones estén en el mismo momento y en el mismo lugar cuando estés deglutiendo.
Servir porciones adecuadas de cada grupo de alimentos. Aunque todos los miembros de una familia consuman el mismo alimento o platillo, la cantidad de consumo de los niños y los papás debe de ser diferente y dependerá de su edad, nivel de actividad física y estado nutricional.
Beber agua. El agua es el líquido vital para el ser humano. Hay que incluir en la dieta familiar bebidas nutritivas como tés o batidos con nutrimentos y bajos en calorías. Evitar los malos hábitos de consumo excesivo de refrescos, bebidas azucaradas o bebidas alcohólicas, mejorará la salud de cualquier persona.
Y recuerda que la familia es el núcleo y el centro que apoya la buena salud y alimentación de los mexicanos.