Por Enrique Aranda
De manera prematura, en opinión de los más, la coordinación de Morena en el Congreso capitalino habría comenzado ya a mover fichas —“a sus afines del PT, Verde y PES incluidos, obvio”— con miras a impedir que, como exigen sus homólogos de Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), en ese orden, sea alguno de ellos el que postule a quien presidirá los trabajos a partir de septiembre o, en su defecto, a quien lidere la Junta de Coordinación Política.
Y ello, porque, a la vista la conclusión de su actual segundo periodo ordinario de sesiones, al cierre de mayo, nada parece más evidente que la explícita decisión del oficialismo de mantener el control de la I Legislatura local, lo que, en la práctica, implicaría garantizar la permanencia del moreno Ricardo Ruiz Suárez, suplente de la cuestionada procuradora Ernestina Godoy Ramos al frente de la poderosa Jucopo, y a José de Jesús Martín del Campo Contreras, del impresentable Partido del Trabajo, en la Mesa Directiva.
Es verdad que el lopezobradorismo y quienes, en calidad de simples comparsas, le acompañan en cuanta votación se da, ocupan 44 de las 66 curules del ex Palacio de Donceles y Allende y que es precisamente en ello que argumentan tener derecho a controlar las dos posiciones de mayor influencia y poder (real)…sin importarles, o pretendiendo ignorar que tanto Ruiz como Martín del Campo no son parte del mismo partido-movimiento y/o coalición, lo que, a la letra, plantea el inciso E del artículo 29 de la Constitución, en relación al funcionamiento del Legislativo:
“El Congreso de la Ciudad de México contará con una mesa directiva y un órgano de coordinación política que reflejarán en su composición la pluralidad y proporción de los grupos parlamentarios que integran el pleno. Sus presidencias serán rotativas cada año y no podrán depositarse simultáneamente en representantes del mismo partido…”.
No deberá, pues, pasar mucho tiempo antes de que, como ocurre ya en el Congreso a nivel federal, igual en San Lázaro que en el Senado, la (explícita o implícita) intención de los promotores de la 4T —“lo que eso signifique…”, insistiría el clásico— de imponer sus mayorías aun a contrapelo de la ley vigente quede de manifiesto y ello, en consecuencia, dé paso a un nuevo capítulo del debate entre aquéllos y quienes, desde una perspectiva legal, pretenden mantener-consolidar la construcción de un mejor sistema democrático.
Mantengámonos atentos, pues la confrontación no será —ofrecen los demandantes de espacios— despreciable…
ASTERISCOS
* De reconocerse, sin duda, la alianza Centro-Bajío conformada por los gobernadores Juan Manuel Carreras, de San Luis Potosí; Martín Orozco, de Aguascalientes; Diego Sinhue, de Guanajuato, y Francisco Domínguez, de Querétaro, con el propósito de impulsar, coordinados, el avance económico integral de la región. También asistió el jalisciense Enrique Alfaro. Bien…
* Apenas aterrizar, con el apoyo de “ya sabe(mo)s quién” en la Suprema Corte, la ministra Yasmín Esquivel Mossa hizo valer su presencia al conseguir que se aprobara el proyecto de sentencia orientado a garantizar los derechos de las mujeres que, por el solo hecho de estar embarazadas, son despedidas de sus empleos…
Veámonos el domingo con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx