Mientras Washington y Pyongyang se preparan para una reunión oficial e histórica de sus líderes programada para mayo, en Estados Unidos crecen las dudas sobre cuán efectivo puede ser este encuentro en términos de reducción de tensiones y desnuclearización del territorio norcoreano.
Pues el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, tendría que aceptar suspender su programa de desarrollo de armas nucleares, incluso tendría que ceder a más y abandoné las ojivas que ya tiene.
De acuerdo con el New York Times, el presidente estadounidense debe llegar a un acuerdo para que Pyongyang desmantele o limite sus fábricas, reactores y las instalaciones para enriquecer uranio o producir plutonio, que constituyen la base de cualquier programa nuclear.
En este contexto, imágenes satelitales distribuidos por la publicación especializada Jane’s Intelligence Review sugieren que el régimen norcoreano está expandiendo su base productiva de material nuclear.
Pues la captura más reciente de Yongbyon, tomada en febrero de 2018, que muestra las emisiones de humo saliendo de una chimenea.
Una de estas fotos tomada en febrero muestra al reactor nuclear en Yongbyon, que según analistas estaría entrando en funcionamiento en estos momentos tras años de construcción.
Por su parte, Pyongyang insiste en que el reactor solo provee energía eléctrica para uso civil. Pero como subproducto, esta instalación puede fabricar plutonio, uno de los elementos más utilizados en armas nucleares.
Por ello, aún si su uso fuera solo civil, también facilitaría el abastecimiento del programa nuclear militar.
Cabe recordar que el último año se realizaron reiterados ensayos de misiles balísticos capaces de llevar ojivas nucleares por parte del gobierno norcoreano.
A pesar de las especulaciones, de los anuncios y el miedo que esto ha provocado en islas estadounidenses amenazadas como Guam y Hawaii, la mayoría de los ensayos fue un fracaso y aún no hay evidencias de que las ojivas norcoreanas puedan sobrevivir al lanzamiento del misil, su llegada al espacio y su reingreso en la atmósfera.
Por su parte, la mayoría de los analistas está de acuerdo en que el régimen ya dominó el arte de producir plutonio y armas nucleares poco sofisticadas pero efectivas, que podrían usarse en una guerra contra Corea del Sur y las tropas estadounidenses que llegaran allí.
Además, las negociaciones que se surjan tras la reunión de Trump con Kim deberían contemplar este nuevo reactor en Yongbyon si se pretende avanzar en una desnuclearización completa, sostiene el New York Times.
Con información de Sin Embargo