Federico Azul/ Yucatán al Instante
Kinchil, Yuc., a 2 de noviembre 2023.- Una brutal colisión por alcance se registró anoche en la Kinchil-Celestún, dejando al menos cuatro lesionados de un automóvil Chevy, donde viajaba una familia de Kanasín.
Según los hechos un recolector de botellas PET, regresaba del municipio costero en una camioneta Ford, poco antes de las 7 de la noche.
Se trata de Paulino M. T., (a) “Tamaro” oriundo de Samahil, quien venía conduciendo la unidad con remolque repleta de plásticos.
Pero justo a la altura del kilómetro 46, se quedaron sin combustible, por lo que rápidamente les dijo a sus chalanes que se bajen para empezar a señalizar el área, ya que estaban en un tramo peligroso.
En eso estaban quebrando las matitas, cuando escucharon el seco porrazo, tratándose del guiador de un compacto.
Incluso por el tremendo golpe por detrás, la Ford terminó fuera de la cinta asfáltica, mientras el frente del Monza quedó desbaratado y hasta el volante se le doblo.
Al mismo tiempo los gritos no se esperaron de los cinco ocupantes que viajaban en el automóvil, todos vecinos del fraccionamiento San Camilo de la Capital del Panucho.
De inmediato los recicladores dieron aviso a los números de emergencia 911.
En cuestión de minutos arribaron agentes de la Policía Municipal y de la Secretaría de Seguridad Pública, así como, dos ambulancias para atender a los lesionados y proceder a cerrar la carretera, mientras trabajaban los Cuerpos de emergencia.
El presunto guiador del Chevy se identifico como Cecilio B. M., de 60 años, quien resulto policontundido, a su vez su esposa de 26 años, presento posible fractura de la muñeca derecha.
Otra de las zarandeadas del auto fue María Mercedes A. M., de 30 años y su bebé, el cual traía en brazos.
Asimismo, las unidades Yuc-010 y Y-35 de la Cruz Roja y SSP, respectivamente llevaron a la pareja al Hospital H’Orán; a su vez a doña Meche y su bebé, al nosocomio de la T-1 del IMSS de la capital yucateca.
Don Tamaro, junto con sus chambeadores resultaron incólumes.
Cabe señalar que ambos vehículos no cuentan con seguro vehicular, por lo que fueron consignados a un corralón.
Como dato curioso el sexagenario había escuchado que uno de la parte contraria le echaba la culpa de estar alcoholizado, de inmediato respondió a los oficiales que desde hace 21 años dejó el vicio del alcohol; pues era trailero, aparte que conoció al amor de su vida, una joven mujer de 26 años, – De tonto, voy a tomar – reviró.
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