Por Enrique Aranda
A la vista la tozuda, inexplicable resistencia de Andrés Manuel López Obrador y su gobierno a adoptar medidas en verdad efectivas de cara al previsible agravamiento de la crisis provocada por el coronavirus, cobra relevancia la decisión de la oposición política en Venezuela de dar paso a “una tregua y constituir un frente común” en la sufrida nación sudamericana para atender la emergencia planteada por la pandemia, ¡cuando el número de contagios confirmados supera apenas los treinta!
En las últimas horas, efectivamente, dirigentes opositores al gobierno represor y asesino de Nicolás Maduro explicitaron su posición que, mencionaron, responde no sólo a la incapacidad manifiesta del sistema de salud para atender el problema, sino, también, a la obvia debilidad de la economía que, entre otras cosas, ha movido al gobierno “bolivariano” a proponer el intercambio de petróleo por alimentos y medicinas, dada la virtual imposibilidad —en razón del bloqueo decretado contra la dictadura— de importar fármacos y material o equipo médico…
Justo por este último punto en especial es que la oposición pidió promulgar un decreto que exija el cese inmediato, de manera temporal al menos, de las sanciones de Estados Unidos para posibilitar tal compra de insumos necesarios para, teniendo en mente el interés superior de una población ya de suyo expoliada por el gobierno, garantizar la adecuada y eficaz operación del sistema venezolano de salud… un ideal que compartimos en México.
El posicionamiento “protregua” de la oposición venezolana, vale recordar, sólo se dio después de que atestiguó cómo el odiado enemigo neoliberal representado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que, acorde con aquello de que cae más pronto un hablador que un cojo, el impresentable dictador recurrió en demanda de un crédito emergente por cinco mil millones de dólares, acabó negándolo en virtud de que, argumentó, “no existe claridad entre sus 189 estados miembros sobre a quién se (debe) reconoce(r) como presidente de Venezuela, si a Nicolás Maduro o a Juan Guaidó”, con lo que los únicos afectados no serán otros que los ciudadanos.
Importante lección ésta de solidaridad con el pueblo y priorización de objetivos de un movimiento político que, huelga recordar, poco o nada tiene que agregar para merecer el calificativo de resistencia heroica. Aquí, donde el reclamado cierre de filas en torno a una estrategia de contención de la pandemia sigue en suspenso, bien que podría atenderse aquello de cuando veas las barbas de tu vecino cortar… ¿o no?…
ASTERISCOS
* De no ser tan patético el que López Obrador equipare con un vulgar amuleto una suerte de “escudo protector” contra el COVID-19, la imagen del Sagrado Corazón de Jesús —el llamado Detente—, bien podría pensarse que lo hace para burlarse de un símbolo religioso altamente apreciado entre católicos. Para los suyos, sin embargo, “es sólo ignorancia”…
* A nivel de la Comisión de Puntos Constitucionales, por lo pronto, la LIX Legislatura de Querétaro rechazó ayer el enésimo proyecto de dictamen que pretende legalizar la práctica criminal del aborto. Si bien el pleno debe pronunciarse aún, la mayoría panista en esa instancia —Tania Palacios Kuri y Antonio Zapata, especialmente— ganó el primer round. Bien…
Vámonos el domingo con otro asunto De naturaleza política.Información Excelsior.com.mx