En el pueblo de Salinas, al sur de República Dominicana, una de cada 90 niñas sufren de un desorden genético llamado pseudohermafroditismo, mismo que descubren hasta entrar a la pubertad.
Éste es la caso de Johnny, de 24 años de edad, quien al nacer tenía en su ingle algo parecido a una vagina, por lo que sus padres lo llamaron Felicita.
De niño, cuando iba a la escuela, me ponían un vestido, pero nunca me gustó la ropa ni los juguetes de niña. Siempre me gustaba jugar con los niños varones” contó Johnny al programa Countdown to life de la BBC.
A los 12 años, su pene comenzó a crecer, y los chicos comenzaron a burlarse de él, por lo que tuvo varias peleas a golpes con los niños, “solían decir que era el diablo, cosas feas, palabras sucias, y no tenía otra opción que pelear con ellos porque estaban cruzando una línea”.
Éste desorden genético se debe a la falta de encima 5-alfa reductasa, que es la encargada de transformar la testosterona en dihydrotestosterona, hormona que se segrega en la edad fetal y transforma el tubérculo del feto en un pene.
Condición que parece repetirse con frecuencia en Salinas donde los llaman “Güevedoce”, haciendo que muchos niños nazcan sin testículos ni pene, con algo parecido a una vagina, pero cuando llegan a la pubertad y los niveles de testosterona aumentan en su cuerpo, termina por dispararse el crecimiento de sus órganos reproductivos masculinos. Información Tv Notas