El boxeador Julio César Chávez abrió su corazón y reveló cuál fue la razón que lo llevó a ser muy cercano a los narcotraficantes mexicanos.
El boxeador Julio César Chávez es una de las leyendas del deporte en México, aunque desafortunadamente su vida se opacó debido a que desarrolló una fuerte adicción a las drogas.
El hombre de 59 años logró rehabilitarse y ahora ayuda a personas afectadas por el consumo de narcóticos, además, resurgió en fechas recientes como comentarista deportivo.
Este día el nombre de Julio César Chávez volvió a estar en boca de los cibernautas, pues en entrevista con Yordi Rosado confesó haber sido cercano a los capos más poderosos y peligrosos del narcotráfico en nuestro país.
Según su testimonio, los líderes de organizaciones criminales vieron en él a un ídolo. Debido a eso se convirtió en su amigo y en varias ocasiones se reunió con ellos.
“Conozco a todos los narcotraficantes. Al Chapo Guzmán, a Amado Carrillo, al Azul, al Mayo Zambada, al Güero Palma, a todos los Arellano. A todos los conozco porque cuando me coroné campeón del mundo era ídolo de ellos”, expresó el deportista.
¿Por qué Julio César Chávez aceptó ser amigo de líderes criminales?
Julio César Chávez abrió su corazón y dijo que, para salvar su vida, prefirió ser amigo de los capos del narcotráfico. Él sabía que si se negaba a verlos de todas formas sería obligado, por lo que eligió llevar la “fiesta en paz”.
“Me mandaban llamar y si no iba me llevaban, entonces mejor ser amigos que enemigos. Es por eso que, gracias a Dios, estoy vivo, porque con nadie me he metido”, señaló.
Tal fue el caso que el campeón mundial de boxeo incluso llegó a insultar a los líderes criminales, pues su adicción a las drogas lo llevó a tener comportamientos impulsivos.
“El día que yo le gané a Macho Camacho, ese día, había como mil años de cárcel en la reunión: estaban los Arellano Félix, el Güero Palma, Amado Carillo, el Chapo Guzmán, El Azul y el Mayo Zambada. Todos querían conocerme”.
“Andaba bien loco yo, fue el primer día que había consumido [cocaína]. Todos hablaban de la pelea de Macho Camacho hasta que yo me enfadé y dije ‘hey, cómo chingan’. Yo lo que quería era perico. Había como 300 cabrones armados y de ellos nadie traía perico”.
“Entonces dije ‘como nadie trae perico me voy a la chingada’. Todos dijeron ‘no, espérate ahorita te lo conseguimos’”, expresó el pugilista.
Por otra parte, Julio César Chávez contó que los capos del narcotráfico en México le tenían respeto porque era un gran boxeador. Incluso le daban regalos, joyas y accesorios de valor.
“Me regalaban la droga, diamantes, relojes, me decían ‘es un regalo, cabrón’. Tengo joyas, todavía tengo unos guantecitos que me dio Pancho Arellano, que cuestan 80 mil dólares”, aseguró. Información Radio Fórmula