Las dietas altas en proteínas (hiperproteicas), pese a ser de las más demandadas porque controlan el apetito y la saciedad, aumentan la tasa metabólica y ayudan a conservar la masa muscular, no son efectivas para todas las personas, según advierte la dietista-nutricionista Ana Sánchez Morillas.
Tal y como explica la especialista, “este tipo de dietas basadas solo en la ingesta de proteínas no son flexibles y nos condicionan a la hora de elegir alimentos. Además, reducen en exceso el consumo de alimentos que nos aportan nutrientes esenciales para mantener una buena salud”.
Una dieta proteica, prosigue, podría ser una estrategia que se puede utilizar en consulta para conseguir adelgazar, pero como otras tantas igualmente efectivas.
“Hay personas que no pueden pasar sin alimentos altos en carbohidratos, como las legumbres, la pasta o las frutas, y una dieta hiperproteica no les servirá de estímulo para llevarla a cabo, lo que resultaría en abandono seguro”
… explicó.
Como nutricionistas, “hay que buscar la pauta dietética que mejor se adapte a cada persona, y no todas valen para todos; tiene que ser personalizada, ya que cada persona tiene gustos, preferencias, necesidades y estilos de vida diferentes”, puntualizó.
Así, el objetivo de estos especialistas es conseguir que los clientes lleven un estilo de vida saludable en el que se les permita llegar a una adherencia a la alimentación, que les sea fácil seguirla y puedan mantenerla en el tiempo.
“Y, por supuesto, que no prohíba ningún tipo de alimento, ya que esto afecta negativamente a la salud emocional, que suele ser la gran olvidada de las dietas muy restrictivas”
… destacó Sánchez Morillas.
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Imagen ilustrativa de una dieta balanceada que incluye cereales, verduras, frutas y proteína (Wikimedia Commons).
Efectos negativos de las dietas hiperprotéicas
Hasta que el organismo se acostumbra a la falta de carbohidratos, se produce debilidad, mareos, dolor de cabeza y halitosis. Otra consecuencia negativa de estas dietas es que el exceso de proteína puede sobrecargar el riñón, por lo que no están indicadas para personas con problemas renales o hepáticos.
Asimismo, suelen desplazar el consumo de otros alimentos con gran contenido en fibra, vitaminas y minerales, esenciales para el buen funcionamiento del organismo, como frutas y verduras, y la falta de fibra en la dieta provoca estreñimiento.
Es por ello que durante esta dieta suele ser necesaria la suplementación de vitaminas y minerales. Además, tal y como advierte la nutricionista, estas personas priorizan las proteínas de origen animal y se suelen olvidar de las de origen vegetal, muy importantes para mantener una buena salud.
Por otro lado, Sánchez Morillas alerta de que los sustitutos de comida, como los batidos, “no enseñan a comer y al terminar el plan de adelgazamiento se suele volver al mismo peso o incluso más, provocando un efecto rebote”.
En la pérdida de peso, insiste, no hay una única dieta que funcione para todo el mundo igual.
“Las proteínas son muy importantes para nuestra salud ya que intervienen en la reparación y mantenimiento de los tejidos del cuerpo y son esenciales para nuestra salud, pero no son tan milagrosas como nos las quieren vender”
… agrega la especialista.
Así, añade que “dependiendo de las necesidades y requerimientos de cada persona, la dieta proteica puede ser perfecta durante un tiempo, pero para otras, habrá que utilizar otro tipo de estrategia en la que haya una mayor variedad de alimentos”.
Por último, recuerda que para bajar de peso de manera segura sin poner en riesgo la salud, lo mejor es acudir a un profesional, que buscará la estrategia más adecuada a cada persona, hábitos, costumbres y necesidades.
Con información de Infosalus