Por Enrique Aranda
De concretarse, como se prevé, deberá ocurrir a partir de la semana que comienza, desatinos y equívocos cometidos por Andrés Manuel López Obrador y sus afines antes, durante y después de los festejos por el Día Internacional de la Mujer y el paro de las mismas el 8 y 9 de marzo, comenzarán a evidenciar su negativa incidencia en la popularidad del tabasqueño, cuya pendiente de caída deberá tender a volverse más pronunciada.
Y ello no sólo por la escasa o nula sensibilidad mostrada por él y su equipo más cercano –la funcional Irma Eréndira Sandoval y la cada vez más cuestionada secretaria fifí Olga Sánchez Cordero de manera notable– para afrontar los reclamos que caracterizaron ambas fechas, sino, también, y esto no es novedad, por la consistente caída que, desde sus más altos niveles registrados entre enero y marzo de 2019, viene mostrando su aceptación/popularidad y la de su gobierno. Baste recordar que mediciones realizadas entre enero y febrero del año pasado –dos o tres meses después de iniciar su gestión la administración de la 4T– por firmas o medios tales como Oraculus (82%), El Economista-Mitofsky (83%), Gabinete de Comunicación Estratégica (80%), Massive Caller (79.5%), El Financiero (83%) o De las Heras/Demotecnia (80%) mostraban, al cierre de febrero pasado, registros entre 20 y 30 puntos porcentuales para ubicar la aprobación del gobierno de López Obrador en torno al 60% o, en el peor de ellos, en 49.5%.
Creer, entonces, que tras lo ocurrido en los quince primeros días de marzo: los citados yerros oficiales ante los reclamos en favor de una mayor y mejor atención de los problemas de inseguridad y discriminación que afectan a millones de mujeres y, ahora, la tardía y, en opinión de no pocos, torpe respuesta del gobierno ante el embate de la pandemia mundial del coronavirus, la popularidad del lopezobradorismo y su titular pudiera repuntar, resulta algo menos que un sueño.
Sin embargo, no adelantemos vísperas y esperemos que firmas como las citadas y otras más refieran el costo que en la aceptación de la administración tiene ésta que ya muchos tipifican como “la quincena trágica”.
ASTERISCOS
* Oportuna y atinada, sin duda, la decisión del excandidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña de cancelar, con escasas horas de anticipación, ante el inminente estallido de la crisis del coronavirus, la “taquiza” que para celebrar su cumpleaños 51 había organizado el sábado 7, con varios cientos de invitados en la casa de su padre, Dionisio Meade.
* En tierras sonorenses vale destacar, el gobierno que encabeza la priista Claudia Pavlovich se apuntó un punto con la difusión en yaqui –la lengua de la etnia preponderante en la entidad– de un catálogo de medidas a adoptar para prevenir y enfrentar, en su caso, una eventual infección de coronavirus (COVID-19). Bien…
* Durante el emblemático Día de la Mujer. por cierto, no dejó de llamar la atención la exitosa convocatoria del panismo potosino y del senador Marco Gama de reunir a cientos, miles de mujeres a fin de reflexionar sobre sus derechos y/o reclamos. Un evento singular, considerando que el legislador es el más serio aspirante a la nominación blanquiazul al gobierno estatal.
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política. Información Excelsior.com.mx