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Rocío Estrada Martínez, ayer sábado por la mañana conducía de Norte a Sur sobre la calle 22 del fraccionamiento Monterreal un Chevrolet Malibú con matrícula de Sonora, pero al tratar de dar una vuelta en “U” invadió el carril del lado izquierdo, ocasionado que un Jetta se impacte contra su automóvil; los daños fueron valuados en 135 mil pesos.
Resulta que Oswaldo Millet Duch, de 22 años de edad, conducía por el carril del lado izquierdo de la calle 22 del fraccionamiento citado un Volkswagen Jetta con placas YZG-089-A, pero al llegar a la intersección con la 31 la conductora de un Chevrolet Malibú con matrícula WDD-47-32 de Sonora dobló intempestivamente para dar vuelta en el retorno, invadió el carril del lado izquierdo y fue colisionada por el VW.
Por la fuerza del impacto el Chevrolet dio un giro de 180 grados y quedó con el frente hacia el sentido opuesto al que transitaba.
Al Jetta se le abrieron las bolsas de aire y la del lado izquierdo le ocasionó pequeñas heridas en el antebrazo a Oswaldo Millet, nada de cuidado.
Millet Duch se bajó rápidamente del automóvil y se acercó al Malibú, en el que viajaban como pasajeras la hija de Rocío Estrada Martínez, de 13 años de edad, y una amiga de la chica.
Oswaldo le preguntó a la conductora del auto si se encontraba bien y al percatarse que estaba sumamente nerviosa le dijo que no se preocupe, que todo se iba a arreglar, lo que al parecer la señora interpretó como que el muchacho tenía la culpa y que se encargaría de pagar los daños causados.
Poco después llegó al lugar del percance el carro-patrulla 5913 de la Secretaría de Seguridad Pública, al mando del oficial Alfredo Cauich, quien después de verificar que no había lesionados abanderó el sitio con conos anaranjados, les solicitó la documentación respectiva a los conductores y requirió la presencia de los peritos de tránsito.
Cabe destacar que el Malibú carecía de seguro y cuando llegó el representante de la compañía aseguradora del Jetta, con base a su experiencia le indicó a Oswaldo que él no era el responsable del percance y que la conductora del Chevrolet tenía que pagar los daños causados.
La opinión del asesor de Oswaldo generó la inconformidad de la conductora y de dos amigas de la señora Estrada Martínez que acudieron al lugar del hecho, quienes le reclamaban airadamente a Oswaldo Millet que él había aceptado ser el responsable del accidente y culpaban al representante del seguro de haber cambiado las cosas, pero que esperarían a que llegue el perito de tránsito.
Acudió al sitio el oficial Rubén Sánchez Chávez, perito de tránsito responsable del carro-patrulla 6041 de la SSP.
El oficial Sánchez les explicó a los conductores el procedimiento cuando no hay un arreglo, la situación se tornó tensa, hubo reclamos y lágrimas, las amigas de la conductora del Malibú decían que Oswaldo se había comportado decentemente y había aceptado la responsabilidad, pero que cuando llegó el representante de la aseguradora cambió de opinión, las féminas discutieron y le exigían al perito de tránsito que diera su dictamen.
El oficial Sánchez de nueva cuenta les explicó el procedimiento y afirmó que por las evidencias estaba claro quién era el responsable y recalcó que el dictamen era por escrito y en el edificio de la SSP.
Por ética profesional y para evitar malas interpretaciones las reclamaciones subieron de tono y Oswaldo Millet se comunicó con su progenitor, posteriormente indicó que él se encargaría de la reparación de su vehículo y la señora del suyo, lo cual firmó y a petición del ajustador señaló que no habría reclamación posterior a la compañía de seguros y el problema se resolvió. Información PorEsto
